Después de haber pasado por la semana de presentación de proyectos, llegó la semana más desesperante de toda la vida del colegio, la semana de exámenes de grado, y en esta, según su especialidad, tenían que dar cuatro exámenes.
El curso 3/14 era ciencias sociales, así que tenían que dar cuatro exámenes y esos eran:
-Historia
-Sociología
-Filosofía
-Geografía
En estos exámenes contenían un total de 20 preguntas, dedicadas desde el primero de bachillerato hasta el tercer año, todo lo que habían visto en los últimos tres años.
Estos exámenes parecían muy difíciles, dos profesores y el profesor de la materia estaban en el aula para vigilar que los estudiantes no cometan actos en contra la moral, como, por ejemplo: copiar o preguntar al de adelante o atrás.
Ya es viernes y se encontraban en su último examen, solo les tocaba dar el examen de geografía, en la cual era la materia con el profesor más jodido de todas las materias, todos estaban preocupados porque la mayoría de preguntas consistían en completar y para colmar su calma, no recordaban las cosas que habían aprendido hace tres años.
Después de una hora, la abanderada del curso salió con una expresión de preocupación en su rostro, pero sabía que si iba a pasar, para poder graduarse solo tenían que sacar un simple seis, pero esta nota solo aplica para los estudiantes que tenían nota sobresaliente durante toda su vida de colegio.
Para Dylan, hasta sacar un seis era demasiado complicado, él ya tenía todos los requisitos para graduarse y solo lo separaba un examen de geografía para graduarse y terminar su vida del colegio.
-EN CINCO MINUTOS RECOJO- dijo el profesor
Todos estaban nerviosos y preocupados, porque les faltaban unas tres preguntas para terminar, la mayoría las llenó con juegos al azar y otros usando su último suspiro de razonamiento, hasta que por fin el profesor se levantó del escritorio y comenzó a recoger los exámenes a los estudiantes.
A la salida, todos comenzaron a deducir las respuestas y se daban cuenta en cuantas habían fallado y se arrepentían de no haberlas llenado correctamente, el grupo de Dylan estaban con más cara de preocupación, hasta que el inspector se acercó y les comento:
-Tranquilos muchachos, en mis 15 años como inspector ninguno se ha quedado con él, inclusive el profesor ayuda a los que si se han portado bien
- ¡Ya dice inspector!, pero… ¿usted cree que ayude a los que tenemos bajas notas? - preguntó Ronald
-el lema del profesor es "prefiero ayudar mil veces a un vago que a un patán" si ustedes no han sido de esos mangajos que les respondían en clases, entonces yo creo que si les ayudaría.
Dylan pensó "este viejo me tiene pica, chuta, ¿ahora que haré si me falta puntos con este veterano?, ojalá que no me falte ni un punto porque si no, me tocara repetir de nuevo el tercero de bachiller.
Y así se fue Dylan, con esa preocupación en su cabeza, hasta la siguiente semana que le toca ir a informarse sobre sus notas globales.