Médium. Espada de hueso (libro 1)

Aparición

Capítulo 7: Aparición

 

 

Si tan solo pudiera hacerlo desaparecer justo en este momento. También podría cerrar las puertas del ascensor y volver a la planta baja. Me veo tentada a presionar el botón, pero mejor no, no voy a parecer una cobarde. Así que doy un paso fuera. Asier me sigue a corta distancia.

—¿Te esperan a ti? —su pregunta es un susurro que me eriza los vellos de la nuca.

—Sí —respondo en el mismo tono.

Me molesta que Jhosep se haya tomado la confianza de venir a mi departamento cuando he dejado muy claro que lo quiero lo más lejos de mi posible. Está actuando como si nada hubiera pasado, como si estos últimos meses simplemente no existieran.

Simone es una linda chica de cabello rizado en un tono castaño claro, un rostro blanco salpicado por pecas y unos ojos verdes. Una chica alta y delgada. En esta ocasión su despectiva mirada no está dirigida a mí sino a Jhosep. Ella y yo no somos amigas, pero aun así está al corriente de como termino mi relación con él.

—¿Qué haces aquí? —pregunto y él se voltea al escuchar mi voz. Esta vestido completamente de negro. Su mirada pasa de ser dulce a agresiva al ver a Asier. Un destello de celos ilumina sus ojos marrones.

—¿Quién es él? —pregunta con prepotencia. Como si tuviera algún derecho sobre mí.

Alzo una ceja desconcertada por su actitud. Que descarado es. No lo puedo evitar y me rio. Él no se esperaba  mi reacción,  y yo  tampoco. Pero realmente verlo aquí celándome cuando fue él quien me dejo, solo me causa risa.

—Me parece que aquí, quien hace las preguntas soy yo —digo muy calmada. Dándole mi mejor sonrisa—. Además has venido a mi residencia y no recuerdo haberte invitado.

Me da una profunda mirada, como cuando estábamos juntos y solo éramos él y yo. Esa mirada cargada de sentimientos que me hacía suspirar, y que ahora solo me causa molestia. ¿Cómo puede mirarme de esa manera después de todo el dolor que me causo?

—Te dije que necesitamos hablar —dice.

—En mi oficina no en mi casa —expreso de forma  cortante—. Para que te quede claro no eres bienvenido, así que te agradezco que te retires.

Me hago a un lado para que se vaya.

—¿De verdad me estas echando? —pregunta dolido.

—Exactamente —interviene Lorenzo con un tono sobreprotector—. ¿Necesitas que te acompañe o conoces el camino?

—Conozco el camino —dice con los dientes apretados. Jhosep pasa frente a mí con esperanza e n la mirada de quizás le diga: quédate. Pero al darse cuenta de que mis labios están sellados para él, levanta la mirada y se aleja.

Respiro en el momento en que siento como las puertas del ascensor se abren y se cierran. Termino de acortar la distancia a la puerta de mi departamento e introduzco la llave. Dejo la puerta abierta para Asier pase. Ahora es Lorenzo que lanza miradas desagrada le, todo un hermano mayor.

—Pueden pasar también —les invito. Simone decide no entrar pero Lorenzo sí. Después de haberme esperado toda la tarde, lo que acaba de suceder con Jhosep y la visita de Asier, no se perdería una reunión en mi casa ni siquiera por su novia.

Cierro la puerta. Ambos se han instalado en la sala, uno frente al otro. Si los dejos solos, no creo que Lorenzo lo vaya a matar. Necesito una ducha con urgencia aun puedo sentir la sangre de ese no muerto en mi rostro.

—Vuelvo en unos minutos —digo antes de atravesar la sala y entrar a mi habitación.

Me deshago de mi ropa sin darle tiempo a mi mente de pensar en lo que ocurrió en el pasillo. En cambio trato de darle asentido a la voz que escuche en casa de mi madre. Entro al baño y abro la regadera, me recojo el cabello y lo cubro para que se se me moje. El agua se desliza sobre mi piel mientras siento un gran temor por aquella voz. Ya me he acostumbrado a tener fantasmas rondándome, a escuchar voces en lugares solitarios pero esa voz me resulta atemorizante. La forma en pidió ayuda es más bien como si fuera una invitación. Eso me aterra, no sé porque pero las palabras de mi abuela margarita revolotean como si fuera una advertencia.

Una fuerza oscura esta amenazando el mundo espiritual, y esa voz que escuche era tan lejana como si estuviera cautiva. ¿Acaso esa fuerza intenta contactarme?, espero que no sea así. No estoy lista para hacerle frente a tanta maldad.

Dejos que esos pensamientos resbalen de mi mente como el jabón sobre mi piel. Un problema a la vez, por lo pronto sacar toda la información que pueda a Asier. Empezando por ese no muerto en la avenida. El linaje de los nigromantes se dedica a levantar muertos pero dentro de las normativas del cabildo, sin embargo un no muerto dando tumbos por la ciudad viola todas las leyes impuestas para la magia. No se puede evitar que un linaje experimente sus habilidades, pero si limitar sus desastres. Para eso existe la ley.




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