-¿No creéis que debemos buscar un lugar para refugiarnos?-preguntó Cristian a todos los que estaban allí presentes.
-Sí.-afirmó Daniel.-Pero...¿Dónde?-preguntó.
-El único sitio que había era la cabaña.-dijo Diego contestando la pregunta.
-Tú lo has dicho, había.-dijo Elena resaltando el "había".
-Habrá que construir algo ,aunque sea con ramas.-dijo Cristian mientras miraba alrededor suya en busca de ramas para construir algo.
-Pues sí, no queda otra.-afirmó Laura.
-Al menos tenemos agua.-dijo Lucía.
-Pues sí, el río al fin al cabo servirá para algo.-afirmó Hugo.
-Bueno, busquemos ramas o troncos, para que nos puedan servir.-dijo Daniel mientras se levantaba e hizo una señal a Cristian para que le acompañara.
-Vale, iremos Daniel y yo, vosotros vigilad por si viene alguien.-dijo Cristian.
-Entendido.-contestó Elena. Cristian y Daniel se alejaron de los otros poco a poco adentrándose en el bosque, los demás se quedaron vigilando por si venía Álvaro o Víctor, tenían mucho cuidado, no querían acabar muertos.
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-¿No será mejor que descansemos?-preguntó Manuel, mientras miraba a los demás, nadie le hacía caso, hasta que Samuel contestó.
-Pues sí, llevamos mucho tiempo corriendo.-le contestó.
-Descansaremos un poco.-dijo Cristina.
-Acho, ¿Tenéis batería del móvil?-preguntó Alba, mientras ella intentaba encender el móvil, pero al parecer no tenía batería.
-Tengo un diecinueve por ciento -le contestó Manuel.
-Yo si, pero si tuviera el móvil ahora mismo.-dijo Samuel, mientras se reía.
-Que gracioso.-dijo Alba sarcásticamente.
-¿Y para que quieres el móvil?-le preguntó Javier.
-Quería contactar con los otros.-le contestó ella.
-Te lo dejaría pero me queda poca batería.-dijo de nuevo Manuel.
-Y yo también tengo poca.-dijo Cristina
-Bueno, da igual.-dijo ella, mientras se sentaba en un tronco. Los demás hicieron lo mismo, algunos se durmieron del cansancio.
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-Chicos estoy cansada...-dijo Elena mientras se apoyaba en un árbol.
-Pero si no hemos andado nada.-le dijo Hugo.
-¿Qué no?-dijo ella.-Si hemos andado media hora.
-Eso no es nada.-le contestó Diego
-Bueno, aquí nos quedaremos, el sitio está bien.-dijo Cristian haciendo que cambiará de tema de conversación.
-Me parece bien.-le contestó Daniel.
-Oye, ¿Qué es eso de ahí?-pregunto Diego mientras miraba en dirección norte.
-¿Qué hay?, si no hay nada.-Le dijo Hugo
-Debe de ser alucinaciones mías...-dijo él no muy convencido.
-Creo que todo esto te está afectando.-le dijo Elena.
-Tal vez.-dijo él.
Mientras iban caminando desde lo lejos alguien les estaba disparando, miraron hacia atrás y parecía ser que alguien se encontraba detrás de un árbol, esa persona era Álvaro.
-Mierda, hay que correr.-dijo Cristian. Empezaron a correr, pero Álvaro era más rápido que ellos, le alcanzó y los amenazó.
-Alto, o juro que disparó.-advirtió él, mientras tenía la mano junto al arma.
-Atrévete idiota.-le desafío Elena. En ese momento saco el arma que tenía y apuntó a Elena, disparo y no tardó mucho en caer al suelo.
-¡No!-exclamó Diego.
-Elena, despierta.
-E-está muerta, no tiene pulso...-dijo Cristian tartamudeando, rápidamente se alejo del cadáver.
-¿Alguien más?-preguntó Álvaro mientas recargaba el arma.
-Eres un desgraciado.-le contestó Hugo.
-Idiota.-le dijo Lucía.
-Diego, ¿Últimas palabras?-le preguntó Álvaro.
-Espera, ¿Qué?-preguntó Diego sorprendido. No tardó mucho que en un segundo le disparó y se cayó en el suelo.
-Joder...dijo Laura paralizada, mientras veía el cadáver en el suelo.
-N-no tiene pulso...afirmó Lucía tartamudeando.
-¡Corred!-exclamó Cristian. Todos Empezaron a correr como si no hubiera mañana, Álvaro iba tras ellos pero no pudo alcanzarles ya que, desaparecieron de su camino.
Editado: 15.07.2019