Aún te recuerdo como te vi
El último día en el hospital
Te confieso que me sorprendí
Pues te encontré algo mal.
Observé con delicadeza tu rostro
Las expresiones eran decadentes
Y ver todos esos aparatos
Me hicieron sentir gran melancolía.
Cada línea parecía triste.
Las expresiones opacas
Yo no sabía que decirte
No encontraba las palabras.
Qué pena, que ese cuerpo
No haya soportado la fuerza de tu alma
Siempre demostraste coraje
Viviste tu vida como quisiste.
Ahora todos estamos aquí
Observándote en tu eterno descanso
Es imposible no sentir dolor
Pues tú nos diste mucho, mucho amor.
Ahora te veo tranquila
Tu rostro parece estar en paz
Esas líneas tristes y deprimidas
Ahora se encuentran con gozo y alegría.
En nombre de todos los que te amamos
Quiero agradecerte por tu tiempo
Por tus enseñanzas celestiales,
Por tus consejos y regañones.
Dejaste de ser solo.
Socorro Quevedo Aguilar
Para poderte convertir en ángel
Y junto a Dios poder cantar.
Para nosotros no eres solo Soco
Eres la mujer madre, la mujer padre,
La mujer abuelo y abuela,
La mujer amiga, cómplice y bastón.
Disfruta del paraíso
Y por nosotros no te preocupes
Nos guiaremos en tu ejemplo
Para que como tú, alcancemos el cielo.
Descansa y espéranos con paciencia
Pronto estaremos unidas
Y si nos encontramos en otra vida
Espero y vuelvas a ser mi amiga.
Tu nombre te sentó muy bien,
Cuando alguien susurraba tu nombre
Tú no dudaste en apoyar
Siempre estuviste para los demás.
Por supuesto que te vamos a extrañar
Pues tu vacío nadie lo va a llenar
Pero entendemos que ahora estás mejor
Saboreando la gracia de Dios.
Descansa en paz.
Socorro Quevedo Aguilar,
Mi amiga, mi padre, mi madre,
Mi colega, mi hermana, mi reina,
Pues todos siempre te vamos a amar.
Descansa y baila con los ángeles
Por nosotros no te preocupes,
Te prometemos estar bien,
Descansa y que Dios te bendiga
Permanece siempre en la luz eterna
Junto con el padre, el hijo
Y el espíritu santo.
Amén.