Melanie Jenkins: la llave del infierno

Capitulo 18: La esperanza de Pandora

 


¿Sacrificar a alguien para saber tu pasado olvidado y por ende entender lo que eres, es lo correcto?

No podía hacer aquello.

Haber acudido con las Oscuras fue un grave error, pero en el fondo no se arrepentía del todo, pues al final descubrió que su familia no fue del todo sincera con ella. Todos, en algún punto, le habían mentido y ahora no sabía en quien podía confiar. Seguía sintiéndose presa, del engaño y de la mentira.

 

Sacrificio.

 

De pronto esa significativa palabra comenzó a cobrar sentido. Si fue creada para traer la maldad al mundo ¿Qué le importaba a ella lo que ocurriera a los demás? Por culpa de su anomalía se vio obligada a esconderse cuándo, en realidad, siempre tuvo la llave de su liberación al alcance de la mano, pero creyó que siguiendo las órdenes de sus padres y comportándose como una "niña buena" obtendría la libertad tan deseaba. Una libertad que estaba lejos de ser como tal, ya que la aprisiona aún más obligándola a cometer torpezas que ahora parecían más soluciones que consecuencias.

 

Sacrificio.

 

¿Y que si su alma se quemaba en las llamas del infierno?, desde que nació fue condenada a una vida de miseria y sufrimiento, deseando ser libre sin hacer nada. Solo se sentó a esperar que está llegará como una vieja amiga y la sacará del abismo en el que ella misma se metió porque no quería aceptar que podía hacer algo al respecto.

Siempre supo que era más fuerte que todos, pero lo ocultó pensando que ser diferente era algo malo, pero en verdad lo malo es fingir ser algo que no eres, reprimir todos tus sentimientos y dejar que los demás decidan por uno.

 

Ya no más.

 

Ahora sabe lo que debe hacer para poder ser libre al fin, y está más lista que nunca para aceptar el precio de esa libertad.

—No fingiré más ser algo que no soy

Susurró frente a la entrada de City Death, había logrado desviar la atención de su familia cuándo los vio a lo lejos buscándola en el bosque.

Con el libro aún en mano comenzó a caminar por las calles del pueblo. Los perros comenzaron a ladrar alertando a los pueblerinos. Cuándo estos salieron de sus casas no vieron nada. Ella se movía ágilmente entre la oscuridad, hasta poder llegar a la casa de los Miller o lo que quedaba de está. Estaba quemada en casi su totalidad.

—Fue muy estúpido que vengas aquí, hay cazadores— le advirtió Dimitrius acercándose por detrás tratando de intimidarla, pero no lo consiguió, después de lo que presenció ya nada podía asustarla.

Ahora tenía la valentía de enfrentarse al humano, pero no le haría nada, pues él es la clave de su salvación o eso era lo que ella creía en esos momentos ¿estaría haciendo lo correcto?, ya pronto lo sabría.

—Se cómo darte lo que deseas

—Muy bien, te escuchó

 


 

(...)

 



 

—¡Deja de culparte Cassandra!

Era inevitable no hacerlo cuándo todo lo que su familia había hecho para proteger el mundo de la maldad de las Oscuras, se estaba desvaneciendo. Por más que se esforzara, era una novata. No tenía la suficiente experiencia para defender City Death y mantener el equilibrio.

—¡Debí advertirle de las Oscuras!, pero no quería preocuparla

—Esa fue decisión de todos no debes culparte, linda

Cassandra sonrió a las palabras de la señora Jenkins. Pandora siempre sabía que decir para hacer sentir bien a todos. Era aquélla luz de esperanza en medio de todo el caos. Y qué curioso era el destino pues la había elegido para parir a la única criatura capaz de desatar la destrucción del mundo, pero, que a la vez, era la clave de la salvación

—Creo que lo mejor será que regresé al pueblo...

—Te matarán Cassandra, ¡nadie te escuchará!— le gritó Misha molesto al recordar lo cruel que habían sido los humanos exiliándola y quemando al que fue su hogar, sin darle tiempo ni lugar a defenderse.

—¡Lo sé! pero no puedo abandonar a mi gente

—¿Sabes el mito de la princesa de Troya? ¡Nadie la escuchó y término quemada junto a toda esa maldita ciudad!— sonrió con melancolía. Era cierto, sus palabras ya no tenían efecto en los demás. Era un pueblo que odiaba a las brujas provengan de donde provengan, pero aun así no dejaban de ser su "gente". Los pueblerinos siempre la trataron con respeto y gratitud, por generaciones su familia vivió armoniosamente protegiendo a los habitantes de City Death, ¿si los abandonaba que dirían de ella?— después de lo que te hicieron, merecen arder también

—Fueron misericordiosos con Cassandra— mencionó Luka tratando de calmar un poco el carácter tan impulsivo de su camarada, pero sólo ocasionó que se alterará aún más. Era notable, como con el paso del tiempo iban perdiendo su esencia humana y comenzaban a odiar las actitudes tan cambiantes de los mundanos.




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