Su cuerpo temblaba demasiado, pero estaba decidida hacerlo. No solo por la amenaza del humano sino también para saber toda la verdad sobre ella. Lo único que tenía en claro es que era la llave del infierno, y que estaba destinada a algo grande, que aún desconocía.
Ahora todo terminaría, la verdad sería revelada después de tanto tiempo y por fin podrá decidir qué hacer con su vida. Ya era momento de que ella tomará las riendas de su vida y eligiera su propio camino.
—¿Y bien me darás lo que quiero?
—Sí, pero antes debes hacer algo por mí— se supone que ella era quién debía encargarse personalmente de aquél asunto, pero la verdad no se sentía preparada para tal hazaña. Aún guardaba la esperanza de salvar su tan miserable alma. No sabía si serviría de algo a futuro, pero si tenía la manera de salvaguardarla lo haría por el momento— te daré lo que necesitas, pero a cambio debes darme un sacrificio
—¿Sacrificio? ¿Así como lo que hacen las brujas?
—Es lo que necesito para abrir este libro, sangre de una persona sacrificada
—¿Porque no lo haces tú?— ella se movió incomoda no era nada fácil hablar sobre esto y menos con él, no entendía nada de su mundo solo lo poco que le había comentado al respecto pero sabía que la ayudaría pues convertirse en vampiro era todo lo que deseaba y no desaprovecharia la oportunidad— Lo siento nena, pero no mato inocentes
—Te vi asesinar a una persona sólo porque te llamó tonto
—Es más complicado, no era inocente había querido matarme antes
—Pero no lo hizo, no te asesinl por lo que es inocente de todo pecado
Aquellas palabras molestaron al muchacho, puede que se haya excedido con el aquel sujeto pero no le importaba. Había disfrutado partiéndole la cabeza en dos, cosa que no dudaría en repetir si fuera necesario.
—Como sea, te daré tu bendito sacrificio, pero si es una broma estarás muerta
Ella también rogaba para que todo fuera verdad, ya pronto tendría el sacrifico y las páginas ocultas del libro se revelarían ante ella. Su destino como también su pasado y futuro están en juego.
—Te espero mañana en el claro del bosque a las 3 am, y no olvides llevar a tu sacrificio
—Con gusto estaré esperando el momento
(...)
—Es mejor que ustedes esperen aquí, ya pronto amanecerá
Magnus no estaba dispuesto a dejar a su hija sola en medio de una aldea humana, algún cazador podría verla. Pero el lobo tenía razón, en pocos minutos el sol comenzaría a salir y debían regresar cuánto antes a la guarida si no deseaban morir carbonizados
—Tal vez Cassandra pueda dialogar con ellos
—No, iré yo— habla el alfa, levantando su brazo izquierdo mostrando el símbolo de su manada. Ellos al igual que Dolores Jenkins habían fundado y protegido a City Death por muchos tiempo, mucho antes de que la ciudad fuera fundada incluso. Era su deber proteger a los pueblerinos y evitar que la llave cometa la imprudencia de unirse al enemigo, si eso pasaba la vida cómo la conocían cambiaría para siempre
—¿Ellos aceptan a los hombres lobos y no a las brujas? Que egoístas
—Muy pocos conocen nuestra verdadera esencia, al fin y al cabo, nos parecemos a los humanos solo con la única ventaja de convertirnos en los animales más fuertes y veloces del mundo— arreglo un poco su ropa y peino su cabello, si no supieran que se trataba de un ser sobrenaturales cualquiera crearía que era un humano común y ordinario. Sólo su olor lo delataba, pero solo las criaturas sobrenaturales y algún que otro animal podían percibirlo.
—Ten cuidado, hay cazadores rondando la zona
—Ya he hablado con ellos y no me han reconocido
—O fingen muy bien
Esa era una buena consideración, pero el anciano lo dudaba mucho, había estado en presencia de cazadores por lo ancho y largo del mundo, ya sabía cómo actuar y que decir frente a uno. No había humano que pudiera reconocer su verdadero origen.
Si, era muy orgulloso y creído, y tal vez ese era una de sus más grandes debilidades, la que más adelante causaría serios problemas entre las especies.
—Averigua todo lo que puedas, alguien debió verla
El hombre asintió y se adentró a la ciudad. Magnus, Seutonio y los demás vampiros decidieron regresar, el sol estaba a punto de salir y ellos en esos momentos no eran muy útiles. Lo único que le preocupaba al señor Jenkins era el hecho que su hija estaba en estos momentos vagando sin protección por el bosque. Sólo esperaba que pudiera encontrar refugio antes de que el sol consumiera su cuerpo.
(...)
Corría y corría entre los matorrales sin hallar una sola cueva en donde ocultarse del sol. Tenía miedo, no quería morir así tan fácil, no después de todo lo que había pasado.