Melanie Jenkins: la llave del infierno

Capitulo 21: Conociendo la verdad (parte 1)

 

Siempre sintió que algo andaba mal dentro de ella. A veces tenia sueños muy extraños, tanto estando despierta como dormida, que le hacían confundir si aquello era real o no. Eran escenas terribles, de guerras entre el bien y el mal. Demonios contra ángeles. Y ella estaba ahí, en medio de todo aquel caos presenciando en silencio toda la masacre. Lo curioso es que nunca estaba sola, a su lado se encontraba un joven de cabellos negros como la oscuridad misma y ojos del color de una llama ardiente. Le sonríe con coquetería, como si aquel escenario fue el mejor banquete que se podía disfrutar. Se sentía tan real, tan vivido que incluso podía sentir como la sangre se escurría entre sus dedos, pero lo más terrible era que no se trataba de su sangre sino de todos aquellos a los que tan cruelmente había asesinado.

—Debo estar volviéndome loca, ¿es alguna clase de premonición?

—Dolores debes estar agradecida, el amo te escogió

¿Que el señor de la oscuridad la había escogido? Pero ¿para qué?. En sus sueños nunca decía nada, solo la observaba con una sonrisa reluciente señalando a su alrededor la masacre que jamás veía tener un fin. Debía admitir que en algunas ocasiones no se sentía ella misma. Pensamientos que no eran suyos llegaban a su mente como así también escenas e imágenes de seres que jamás antes había visto. Solía ver a un hombre paseando en un hermoso y bello jardín, y junto a él una joven rubia lo acompañaba. También soñaba con tres hombres alados apuntándola con sus espadas, le gritaban "traidora" mientras le lanzaban estocadas con sus armas, que iban debilitándola y en un parpadeo estaba envuelta en la oscuridad.

—Siento que no se trata de mí, sino de algo más

Observo a la bruja mayor sonreírle con perversidad. Sabía algo que ella no, de eso estaba segura pero la muy desgraciada no le decía nada. Eran muy desgastante toda esa situación, últimamente casi no podía dormir correctamente.

—Esa es tu vida pasada Dolores

Algo había escuchado de aquellas almas que reencarnan, pierden todo contacto con lo antiguo para poder rehacer su vida desde cero y no cometer los mismos errores. Si fuera así, ¿porque soñaba con esas cosas? Se suponía que aquello que vivió su antepasada quedaría en el olvido por el resto de la eternidad.

—Es imposible que sea mi reencarnación

—No Dolores, tu no reencarnaste, porque jamás moriste

De pronto se le bajo la presión, ¿no murió? ¿Era inmortal acaso? No eso era imposible. Lo único que se podía considerar como tal eran las almas, pero estas al caer en el infierno se quemaban y se perdían para siempre. Solo unos poco privilegiados iban al reino de los cielos, el dominio del Creador y reencarnaban. Pero ella no era de esas almas. Era una bruja oscura, siempre le atrajo la magia negra y deseaba a toda costa ser la más fuerte de todas.

Y ahora resulta que su vida estaba predestinada desde hace mucho tiempo. Tomará el camino que tomará ella siempre estaría ligada a la oscuridad.

—Perdiste la memoria por tus pecados, pero la esencia sigue en ti

¿Sera posible que todos aquellos sueños que alguna vez tuvo están conectados con ella? Con aquel pasado olvidado, que no puede recordar pero que alguien inevitablemente quiere que lo haga. Y solo existía un alguien que podía querer que ella recuerde todo. Aquel joven que siempre la acompañaba en silencio.

Lucifer

Su vista de pronto se nublo. Un fuerte mareo y dolor de cabeza se hicieron presentes en ella obligándola a cerrar los ojos y caer en la inconsciencia, para sumergirse en el mundo de los sueños...

 

Inicio del sueño

Ahí estaba en medio de ese caos, parada en una montaña de cuerpos observando al cielo y esperando que su padre aparezca ante ella. De cierta forma él había contribuido a esto. Ella solo quería tener conocimiento, pero le fue privado aquello por el solo hecho de ser mujer. No estaba dispuesta a andar detrás de un hombre al que nunca amo, ni bajar la cabeza ante cualquiera del sexo opuesto. Era igual e incluso mejor que el hombre, y quería demostrarlo. Además, deseaba mucho vengarse de cómo había sido cruelmente reemplazada como si se tratara de la peor de las enfermedades.

—Lilith, Lilith, ¿qué has hecho pequeña?

—Es tu culpa padre, tú me obligaste a hacer esto al negarme el saber

—No eres digna de el

—¡Mientes! ¡Me temes porque puedo ser superior a ti!— un gran estruendo se siento en el cielo. Había hecho enojar a su padre. Él le estaba dando una oportunidad de arrepentirse de sus pecados y volver a la senda de la paz, pero ella no iba a obedecerlo nunca más.

La oscuridad te ha consumido, Lucifer no es bueno para ti

No necesito a Lucifer, yo misma soy mi propio guía, ¡Tanto el infierno como el cielo serán míos! Ten en cuenta mis palabras

—Ya no hay vuelta atrás padre, ella no merece el reino del cielo, así como tampoco el infierno menciono en arcángel Gabriel mirando molesto a la mujer de cabellos rojos, siempre les había dicho a sus hermanos que aquella mujer traería la desgracia al mundo. Jamás se equivocaba en sus predicciones, pero su padre tenía la esperanza de que el alma de Lilith se purificara. Pero era imposible salvarla de la oscuridad cuando formaba parte de ella.




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