✓melek

Decepcionada✓

Melek

 

 


-¿Cómo me veo?- le pregunté a Henam quien se encontraba comodamamente recostado en mi pequeño sofá viendo un retrato mia y de mi madre cuando era pequeña, se de dio la vuelta y me miro. 


-Te queda bien Melek- sonrió ampliamente, en sus ojos había un brillo estremecedor ¿estaba contento? 


-Ok, vamos Sr Drew, es hora- dije tomando las llaves que había en la mesa, estaba un tanto nerviosa y más por el atuendo tan formal que llevaba puesto, un vestido color rojo vino que hace lucir mi piel aún más blanca de lo habitual, tenía una pequeña cinta que sujetaba el escote hacia mi hombro que hacia visible mi espalda, el cabello me lo recogí de lado dejando expuesta el encaje del vestido hacia atrás, y me puse unos tacones negros con encaje de perlas brillante hacia atrás. 

-No piensa moverse- replique cuando Henam no se movía. 

-Claro, claro- dijo el saliendo detrás de mí. 

De camino a la fiesta ninguno de los dos habíamos vuelto a intercambiar palabra, pero se veía tan formal con ese traje y el cabello tan bien peinado y el olor de su colonia indunando su camioneta era exquisito. 

´´No caigas en la tentación Melek, repite conmigo, es solo una fiesta de amigos, entre jefe y empleada´´  

Aun que quería decirle algo, preguntarle al menos del ¿Por qué? Me había invitado a mí, ¿Cuál era la razón?, pero sentía que las palabras se habían estancado en mi garganta, después de todo me daba miedo la respuesta que me fuera a dar y honestamente no sabía porque me estaba sintiendo de esta manera tan vulnerable. 

Cuando entramos al salón, sentí todas las miradas puesta en nosotros, pero sabía que la mayoría iba dirigida hacia mí y de con quien había llegado, no las culpo. Él es hermoso en verdad y me sentí tan insignificante y pequeña al lado de él. En un acto impulsivo, enrede mi brazo en el suyo, para tratar de enmendar mi error, señale el lugar en donde me quería sentar, solo esperaba que no le hubiera tomado importancia a ese gesto. Cuando nos sentamos se acercó a mí y me susurro al oído.   

-Si te da miedo, puedes tomarme la mano- dijo besando un lado e mis mejillas que se sentía caliente y una chispa de vibra recorrió mi cuerpo al momento en sus labios suaves chocaron la piel de mi rostro. Fruncí el ceño y me regañe internamente. 

´´Melek cálmate, todo está bien´´ di un suspiro profundo y hablé. 
-Usted debería tomarme la mano, es usted quien está nervioso- explique dedicándole una sonrisa poco amistosa. 

-No me mires así, no soporto que lo hagas- respondió bajando la mirada, le dolía mi actitud, sentí el corazón apretarse, pero no se iba dejar notar. 

-Le recuerdo que prácticamente me obligo a venir-dije justificando mi comportamiento- no espere que le agradezca por esto- aclare 

Pero acto seguido me dio un beso y me abrazo lentamente, oí el clic de las cámaras frente a mis ojos. El flash me segó por un momento y cerré los ojos. 

-Perdón, solo quería ser amable- dijo acariciando mi largo cabello- y lo arruine es que no sé cómo hacerlo contigo, siento que lo hago todo mal cuando es todo lo que no quiero, mi lado arrogante sale a la luz y lo estropea todo 

-Entonces no lo seas- dije refiriéndome a su lado arrogante- No seas así- hablé en susurro cerca de él, mi respiración se había acortado cada vez más cuando se iba acercando más y pegando su cuerpo junto al mío, me iba a dar un colapso si seguía haciendo todo eso.  

-No tengo las fuerzas para alejarme de ti-volvió a decir, mirándome directamente a los ojos sin siquiera parpadear, pero en ellos no había señales del engreído de Henam, sino un hombre dulce y vulnerable, era la prima vez que veía esa dulzura en su rostro, no el aspecto frívolo de siempre. 

-No lo hagas-respondí in darme cuenta, y me vi en sus ojos con una sonrisa ligera que no podía contener ¿Qué demonios estaba pasándome?  

La noche trascurrió de lo más normal posible, hable un poco con Katti le explique de mi presencia aquí, en fin todo el embrollo que me armo Henam para que asistiera, ella como siempre dramatizando todo e imaginado hasta lo que no se debe. 

El hermano de Henam, Kiang era igual de atractivo que él, lucia como una versión menor que el, con el mismo cabello, los mismos ojos verdes y sus fracciones muy parecidas, con sus 20 años era todo un don juan según escuche el murmullo que echaban unas cuantas chicas detrás de mí, pero no presente mucha atención a lo que decían, porque no era de mi incumbencia. 

-Hola-hablo una rubia poniéndose a mi lado en la barra de bebidas y cruzándose las piernas, el labial rojo que traía era bastante llamativo. 

-Hola-dije fijando la vista de nuevo hacia ella. 

- ¿Tu eres la novia de Henam? - pregunta con tono de desagrado. 


- ¡No! -me apresure en decir- soy su empleada. 


-¡Ah! Ahora sale con las empleadas-refunfuño ella riendo sarcásticamente y quise arrancarle le útero al instante- Da igual, después de mi no creo que encuentre algo más mejor –replico mirandome y tomando un sordo de mi debida. 


-Quizás es por eso que estoy aquí-dije arrancándole la debida de la mano.  


-Perdona que has dicho. 


-Lo que usted entendió señorita-añadí amablemente- con su permiso mi jefe a de estar buscándome- camine unos pasos y ella detrás de mí me tomo el brazo y dijo. 


-No seas tan zorra- y me solté bruscamente de su agarre. 


-Lo mismo le digo. ¡ah! Y la próxima que me toque- la mire con asco- piense dos veces. 

Ni siquiera sabía porque me molestaba tanto que una de sus amantes me haga numeritos cuando todo parecía marchar a la perfección, pero como algo podría ser perfecto si se tratara de Henam Drew . 

-¿Donde estabas?-dice tomándome de los brazos. 




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