Melodía de amor

Capítulo 2: Volver a verte

Leah

Un año pasó rápidamente y a pesar de que mi carrera como modelo comenzó a crecer, nunca volvimos a coincidir en un evento. Algo en mí deseaba verlo nuevamente, no podía controlar ese pensamiento. Paulina llamó, reconocía ese número tan perfectamente, que no necesitaba ver su nombre. Acepto la llamada y coloco mi teléfono contra mi oído.

-El asistente de Christopher me ha llamado y ha solicitado verme, nos reunimos hace un par de horas y me ha ofrecido un trabajo para ti. Desea que grabes con él tres videoclips, es un proyecto de tres canciones que narran una historia consecutiva, si aceptas los horarios de grabación se acomodarían conforme a las horas libres después de la universidad e incluso los fines de semana- mi corazón comienza a latir rápidamente y sin siquiera pensarlo, respondo.

-Acepta el trato-

-Está bien, arreglaré todos los detalles-

Paulina cuelga y una pequeña sonrisa aparece en mi rostro, escucho que tocan la puerta y camino hacia ella, la abro y me encuentro a Stephanie. Sus ojos me observan fijamente y una sonrisa en su rostro aparece.

-¿Algo bueno ha pasado? Luces realmente feliz- dice.

-Tengo un nuevo trabajo- respondo y acomodo mi cabello cubriendo mis orejas que se encontraban sonrojadas.

-Me alegro por ti- aquella sonrisa nunca abandonó su cara, ella era siempre así. –Si necesitas algo, no dudes en pedirlo. Por cierto, mañana el chófer nos llevará. Te acompañaré a tu aula y luego iré a la mía, el tío ha permitido que abandones una clase si te sientes demasiado incómoda con las personas- asiento a sus palabras.

-Sé que nunca has intentado hacer un amigo, pero es bastante agradable conocer personas y será bueno para ti hablar con alguien- a pesar de que Stephanie era un año mayor que yo, decidió esperar a que yo ingresara a la Universidad, para ella también hacer.

Había hecho su primer año con un tutor y ahora comenzaría en la misma escuela que yo, sin embargo, ella estudiaría actuación. Así que, no podría estar con ella. Desde que era pequeña había estado a su lado. Como nuestros padres estaban viajando constantemente, no podíamos permanecer en una escuela rodeadas de personas, en cambio, teníamos un tutor que nos daba clases privadas. La única amiga que había tenido había sido Stephanie.

Con ella no había pasado lo mismo, al ser la que heredaría el cargo en la empresa de la familia, asistía a eventos y allí había conocido a su mejor amigo, un joven que deseaba convertirse en un pintor. A veces venía a casa, pero por más que intentaba entablar una conversación con él, las palabras no salían de mis labios.

-Lo haré- respondo y su sonrisa se vuelve un poco más grande.

Después de la cena, me acuesto en mi cama y el simple hecho de recordar que volvería ver a Christopher, provocaba que mi corazón latiera un poco más rápido. Cierro mis ojos y pienso una vez más en su rostro, justo antes de que el sueño me invada y me duerma profundamente.

 

El auto estaciona frente al edificio de la Universidad, había varios pisos, donde se dividían entre las distintas clases para cada carrera. Había para pintura y escultura, música, danza, literatura y actuación.

Al pasar por la puerta, las miradas se centran en nosotras, mis piernas tiemblan un poco y acomodo los lentes en mi nariz. Respiro profundamente y siento la mirada de mi hermana en mí. Sujeto con fuerza los libros contra mi pecho, subimos las escaleras hasta el segundo piso y cuando observo el número cuatro sobre una de las puertas de metal, me detengo.

-Ahora iré a mi aula, si te sientes incómoda o algo, puedes salir del aula sin dudarlo, llámame a mí o al tío. E intenta hacer un amigo, ¡Fighting!- asiento y luego de observar por última vez su sonrisa, entro al salón.

Había sólo un par de personas, al sentir sus miradas, camino rápidamente hacia un rincón del aula. Pese a trabajar como modelo, aún me daba un poco de miedo estar rodeada de demasiadas personas y la primera vez que estuve en una reunión, tuve un ataque de ansiedad. Por eso, tanto mi hermana como mi tío deseaban que me sintiera segura.

Respiro profundamente tratando de calmarme y observo mis pies, la ropa que había estado usando, era bastante casual en realidad, quería evitar llamar la atención, pero al parecer no importaba la ropa que usara. Cuando vuelvo a levantar mi rostro, me encuentro con un par de ojos café oscuro, mirándome. Había anhelado por un año ver nuevamente este rostro, los hoyuelos en sus mejillas y esa sonrisa tan brillante como el sol.

Siento mi corazón detenerse por un momento, antes de que comience a latir con fuerza contra mi pecho. Sus ojos estaban fijos en los míos y eso provoca que mi sangre se centre en mis oídos, peino mi cabello, para que las cubra por completo y nadie note su sonrojo. Cuando lo miro caminar hacia mí mis piernas tiemblan un poco. Lo veo detenerse frente a mí y nuestros ojos vuelven a encontrarse.

-¿Leah Young, cierto?- cuestiona y asiento, sin poder decir una palabra. –Me llamo Christopher Hugo, espero que podamos llevarnos bien, me encantaría ser amigo de alguien tan hermosa como tú- sus palabras hacen que el calor suba aún más a mis orejas. Aparto mi mirada de él sintiendo cada latido de mi corazón.

Escucho su risa y creo que es la melodía más hermosa que he escuchado en mi vida. No sabía por qué, pero realmente no podía controlar mis acciones frente a él. Tampoco sabía por qué deseaba verlo o hablarle, incluso si las palabras no salían de mis labios, por primera vez en mi vida, quería comenzar una conversación, quería llamarme su amiga. Pero antes de que pueda decir una palabra, un pensamiento cruza por mi mente.



#5431 en Joven Adulto
#24493 en Novela romántica
#4050 en Chick lit

En el texto hay: separacion, reencuentro, amor

Editado: 10.07.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.