Leah
-La caída ha provocado un estiramiento en el ligamiento lateral externo, vendaré tu tobillo, si sientes algún dolor, tomarás analgésicos. Lo principal que debes hacer en las siguientes horas es guardar reposo, la lesión es de primer grado, pero si no se cuida de manera correcta podría llegar a ser algo mayor- siento la mirada de Christopher sobre mí, no quería que comenzara a realizar preguntas.
Cuando terminan de vendar mi tobillo, suspiro y finalmente levanto mi rostro encontrándome con los ojos de Christopher. Una sonrisa se posa en su rostro y aparto mi mirada, las palabras de Winter regresan a mi mente.
-Llamaremos a tus padres para que pasen a recogerte, si aún está muy inflamado tu tobillo el día de mañana, tendrás permiso de no asistir y a partir de ahora debes tener mucho cuidado, una vez que sufres un esguince es muy fácil poder tenerlo de nuevo- asiento a sus palabras y sale de la enfermería.
-Deberías volver a clases- digo al moreno.
-La coreografía es bastante sencilla, he logrado memorizarla, además quiero hacerte compañía- responde.
-Incluso si es bastante fácil para ti, deberías volver- el volumen de mi voz iba bajando conforme a pasaba el tiempo y temía no poder soportar hasta que Christopher se fuera.
-¿No quieres que esté aquí?- cuestiona.
-No tienes por qué quedarte- los latidos de mi corazón incrementaban su ritmo.
-¿Acaso no somos amigos? Los amigos se acompañan mutuamente cuando alguno de los dos está pasando por un mal momento- levanto mi mirada y lo observo fijamente, aclaro mi garganta.
-No somos amigos- respondo.
-¿Te he tratado mal de alguna manera? ¿He hecho algo para molestarte? Desde el primer día he estado intentando acercarme a ti, pensé que todas las horas que hemos estado juntos trabajando en el proyecto serían suficientes para mostrarte que realmente deseaba tener una amistad contigo- la sonrisa en su rostro había desaparecido.
-Deberías dejar de fingir que te importa algo si somos amigos o no, cuando piensas igual que todos los demás. ¿Crees que realmente no merezco estar aquí? Que si logré entrar a la universidad con ayuda de mis padres o de mi tío, ¿piensas que es divertido intentar ilusionar a una chica “china”?- la puerta de la enfermería se abre y por ella entre Stephanie, sus pasos resuenan y bajo la mirada mientras limpio las lágrimas que escaparon de mis ojos.
-Debería salir de la habitación, señor Hugo- dice mi hermana mientras se pone frente a mí y cubre mi cuerpo con el suyo cubriendo mi campo de visión.
-Leah, es un malentendido, yo nunca he pensado eso. ¿Leah? ¿Leah?- cierro mis ojos y respiro profundamente.
-Vete, por favor- digo en voz baja.
-Leah, no puedes creer en esas palabras, quién sea que te lo haya dicho está mintiendo-
-Señor Hugo, ha escuchado a mi hermana, salga de la habitación- escucho sus pasos alejándose y vuelvo a levantar mi mirada cuando la puerta se cierra.
-Vamos a casa, Leah- asiento y ayuda a ponerme en pie.
Pasa mi brazo por su hombro y me ayuda a no apoyar mi pie. Caminamos hacia la puerta y allí nos esperaba el chofer.
-¿Quiere que la cargue?- cuestiona y niego.
-Así está bien, gracias. No falta mucho para llegar al auto- respondo.
Con ayuda de Stephanie camino hasta llegar al auto, el chofer abre la puerta y entro. Me coloco el cinturón de seguridad, observo por la ventana y siento un nudo en mi garganta.
-¿Qué ha pasado, Leah?- cuestiona mi hermana mayor al sentarse en el asiento de al lado. –No intentes fingir que nada sucedió, puedes no hablar mucho con las personas, pero siempre tus pasos son seguros y creo que hace un momento, en la enfermería, te escuché decir más oraciones en minutos que lo que has hablado con desconocidos en semanas- respiro profundamente cuando el auto comienza a moverse.
-Simplemente he recordado por qué no me gusta hablar con las personas- respondo.
-No puedo saber con certeza qué sucedió con Christopher, pero sea lo que sea que pienses, creo que es incorrecto. Puede no tomarse en serio muchas cosas, sin embargo, es sincero con lo que dice y hace. Deberías escuchar sus palabras y entonces puedes decidir qué hacer- las palabras de Winter viven en mi mente, se repiten constantemente como el coro de una canción.
El auto estaciona frente a casa y suspiro. Stephanie me ayuda a subir las escaleras y cuando finalmente estoy en mi cama, una lágrima brota de mis ojos. Me pregunto qué es cierto y qué es mentira. -¿Crees que eres muy interesante y por eso Christopher insiste en hablar contigo? Simplemente eres una niña mimada que no tiene idea sobre cómo luchar por algo, Christopher sólo se acercó a ti por el proyecto y porque es divertido jugar con una china, pero al final del día, sólo eres una maldita chica amarilla que tuvo un poco de suerte.- Observo como con sus dedos rasga sus ojos y vuelve a hablar -Shi san dun chan, en caso de que no recuerdes tu idioma, significa piérdete estúpida china- cuerpo choca contra el mío y provoca que caiga.
Stephanie trae la comida a mi habitación, pero no puedo pasar ni un bocado. El nudo en mi garganta crece y tengo nauseas. Mi tobillo dolía ligeramente, pero el dolor físico no se comparaba con lo que sentía emocionalmente. El recuerdo de esas frases dolía más que la caída o el esguince.