Leah
Al día siguiente, las fotos de Christopher y yo estaban en todas las redes sociales. Afortunadamente mi rostro no se podía apreciar en ellas, sin embargo, todas sus fans exigían una respuesta. ¿Quién era la chica que estaba en los brazos de Christopher? ¿Cómo se atrevía a salir con él? ¿Por qué Christopher abrazaba a una chica? ¿Por qué Christopher estaba con alguien y no lo había hecho público? Esos eran algunos de los comentarios.
Recibo muchos mensajes de disculpa de Christopher y me dice que su equipo está tratando de calmar la situación, pero las fotos se habían vuelto virales en sólo unos minutos. Prácticamente era imposible borrarlas por completo. Sentía enojo porque habían infringido nuestra privacidad, incluso si Christopher se había asegurado de que mi rostro no se observara. El hecho de que nos hayan perseguido y que se hayan atrevido a fotografiarnos, era algo indignante, los verdaderos fans no deberían hacer eso.
Me levanto de la cama, nada de esto era culpa de Christopher, así que no tenía por qué disculparse. Respondo a sus mensajes y salgo de mi habitación, bajo las escaleras y camino hacia el comedor. Stephanie y mis padres ya se encontraban allí.
-¿El equipo de Christopher está buscando una solución para las fotografías publicadas?- cuestiona mi padre.
-Sí, lo están haciendo- respondo.
-Fue inteligente de su parte cubrir tu rostro, aún no han descubierto que eres tú, pero de igual manera tengo preparado a un equipo de abogados para demandar por si llegan a hacerlo- dice.
-Nunca pensé que los seguirían, era un lugar realmente aislado de la ciudad. No deberían haberlos hallado- dice Stephanie.
-Toda la tarde fue bastante tranquila, realmente lo fue. Nadie nos miraba hasta que esa chica lo vio y decidió que era buena idea perseguirnos. Nos tomó fotos en el auto de Christopher, si no hubiésemos entrado al coche, ¿qué sería capaz de hacer?-
-La mayoría de las veces, las fans no saben cuál es su límite. No deberían haberlos seguido y mucho menos sacar fotografías de ustedes en el auto. Las fotos lucen bastante cercanas, su distancia tampoco era apropiada, si lo deseas podemos proceder a demandarlos anónimamente- bajo la mirada.
-Creo que en este momento es difícil saber quién fue la responsable. Esas fotos están por todos lados, Christopher tendrá que dar un comunicado, si llegan a descubrir que soy yo, también tendremos que decir algo. Probablemente todos exigirán una disculpa cuando no tenemos por qué darla. Ni él ni yo. No es como si nosotros hubiésemos hecho algo malo, simplemente estábamos disfrutando de tener una cita como si fuéramos personas normales. Como si Christopher no fuera una celebridad y como si nadie conociera mi apellido- las palabras van saliendo de mis labios y no me tomo la molestia de contenerlas, el enojo que sentía estaba dominándome.
La mesa se queda en silencio por un momento, levanto mis ojos y observo a todos los presentes. Mi corazón latía con fuerza y mis piernas se movían con un poco de ansiedad. Sólo escuchaba el sonido de las personas que pasaban por las calles. Hasta que mi teléfono resuena en toda la habitación, me disculpo y me pongo en pie.
-¿Leah?- reconozco la voz de Christopher.
-Hola- respondo.
-No sé cómo se han enterado, en ninguna foto se podía ver tu rostro. Creo que alguien más nos vio esa tarde o tal vez han preguntado en los lugares donde estuvimos. En verdad lo siento, mi empresa está tratando de calmar la situación, por el incidente anterior, esta noticia ha crecido demasiado- habló con rapidez.
-¿Qué ha pasado?- cuestiono.
-¿No lo has visto? Alguien ha descubierto que eres tú la de la fotografía- responde.
Escucho como mi padre se pone en pie y comienza a llamar a alguien. Muerdo mi labio inferior sintiendo las emociones intensificándose en mi interior.
-¿Leah?- pregunta.
-Está bien, en algún momento lo descubrirían- contesto.
-Lo siento, en verdad. Debería haber hecho las cosas distintas, no debí arriesgarte de esta manera- su voz sonaba arrepentida.
-Ya te lo dije, no pidas disculpas por algo que no has hecho. También es mi responsabilidad, ambos estuvimos allí porque quisimos, no me llevaste a la fuerza y si aquí hay un culpable, es la persona que nos fotografió- respondo.
-Te quiero mucho, prometo que arreglaré la situación lo más pronto posible- asiento a sus palabras.
-También te quiero- la llamada termina y siento como mi cabeza comienza a doler.
Entro a mis redes sociales y veo los comentarios negativos que comenzaban a dejar aquellas que decían ser fans de Christopher. Limito los comentarios en las publicaciones, no podía permitir que sus palabras me afectaran, pero algunas eran tan crueles que inevitablemente lo hicieron. Quería publicar algo, pero podría empeorar las cosas si no seguía un plan establecido ya sea por el equipo de Christopher o por el grupo de abogados de mi padre.
¿Por qué las “fans” pensaban que podían controlar a una persona? ¿Qué podían decidir si alguien tenía pareja? Incluso si Christopher era una figura pública, debían respetar sus elecciones y su privacidad. Seguía siendo una persona, por ende, tenía derechos, derechos que ellas no estaban respetando.