Melodía de amor

Capítulo 22: Melodía de amor

Leah

Comemos juntos y hasta que el sol se oculta, Christopher y sus hermanos se marchan de casa. Me ducho y cuando después de colocarme mi pijama, bajo a la sala de música. Las paredes estaban insonorizadas, así que incluso si ya era de noche, podía tocar tranquilamente. Practico un poco la canción que presentaríamos en un par de semanas y sin poder evitarlo, mis dedos comienzan a tocar otras notas, me dejo guiar y poco a poco voy formando una melodía. La música que se iba formando era suave, bastante feliz y brillante, de alguna manera me recordó a Christopher.

Me detengo un momento, tomo mi cuaderno y escribo en una hoja de partitura los acordes que toqué. Mi corazón latía con intensidad, se sentía como si estuviera en un parque de diversiones cuando era pequeña. Esa emoción de descubrir algo nuevo. Había escrito una gran variedad de canciones, pero tal como lo dijo el profesor de música, me faltaba un sentimiento. La mayoría de las canciones que pude sentir eran de un anhelo, por encontrar un amor o por una felicidad más completa. Pero, en este momento, estaba escribiendo algo sobre Christopher, todavía no tenía una letra, pero sabía con certeza que era para él.

Continúo escribiendo y luego vuelvo al piano. No puedo detenerme hasta que está terminada la melodía, tocándola de manera continua duraba aproximadamente 5 minutos y 20 segundos. Observo la hora en mi teléfono luego de detener el cronómetro y veo que ya pasaba de la medianoche. Cierro mi cuaderno y me pongo en pie, apago las luces y salgo de la habitación. Camino por los pasillos con cuidado, sintiendo una ráfaga de aire recorrer mi cuerpo y me estremezco. Cuando llego a mi habitación, me recuesto en mi cama y sonrío observando el techo.

 

Los días pasan rápidamente y cuando menos lo espero ya es final de semestre. Pudimos volver de manera adecuada y no volvieron a aparecer más reporteros. Las fotografías que pudieron tomar, fueron prohibidas al igual que cualquier otra que sea tomada en territorio de la universidad. Además mi padre seguía insistiendo en que Christopher se uniera a su empresa y firmara un contrato exclusivo, aún más después de descubrir que no tenía guardaespaldas con él ese día.

Habíamos tenido varias citas, pero nunca volvimos a salir, a pesar de que el equipo de abogados de su empresa le aseguró que no volverían a dejar crecer una publicación a tal magnitud, ambos habíamos decidido que lo más seguro era permanecer en las casa del otro.

Era casi la hora en que Christopher vendría a practicar, así que salgo de mi habitación. Mañana presentaríamos nuestro proyecto y comenzaba a ponerme nerviosa. Escucho el timbre resonar en toda la casa y camino hacia la puerta, luego de que coloca sus zapatos en el estante avanzamos hasta la sala de música.

-¿Estás nerviosa?- pregunta observándome fijamente.

-Un poco- respondo.

-Lo haremos genial, así que no te preocupes. Además, estaré a tu lado todo el tiempo- sonrío.

Tomamos asiento frente al piano y después de acomodar las partituras comenzamos a tocar. Ya lo había dicho muchas veces, pero realmente me gustaba como sonaba nuestras voces juntas, cantar a su lado había sido un sueño, ahora que lo había logrado, sólo podía pensar que todo lo que pasó en mi vida, fue para llegar a este momento.

Las horas transcurren, ensayo tras ensayo, hasta que la noche llega. Me despido de Christopher con un beso en sus labios y regreso a casa. Ceno en silencio junto a Stephanie y posteriormente subo a mi habitación. Habíamos acordado en usar ropa en conjunto, así que camino hacia mi armario para poder seleccionar lo que usaría el día de mañana, al terminar me coloco mi pijama y me recuesto en mi cama. Mi corazón latía rápidamente por la anticipación de lo que ocurriría el día de mañana y esta noche cuesta conciliar el sueño.

 

La alarma del despertador provoca que me sobresalte, abro mis ojos y por primera vez en años, quiero volver a dormir. Me levanto de la cama sintiendo mi cuerpo pesado. Camino hacia el baño y comienzo a desvestirme, templo el agua y entro a la ducha. Al sentir el agua caer sobre mi cuerpo, me despierto completamente y logro relajar mis músculos.

Al salir, tomo la ropa que había escogido, que consistía en un vestido negro ajustado hasta mi cintura y holgado en un corte “A” hasta la mitad de mi muslo; una chaqueta color blanco y unos zapatos de tacón bajo del mismo color. Peino mi cabello en una media cola y para que no se vea tan simple me coloco un listón negro en ella, formando un moño. Me maquillo lo más natural posible y finalmente me pongo mis lentes. Tomo mi mochila y bajo al comedor.

-Buenos días- saluda Stephanie con una sonrisa.

-Buenos días- respondo sentándome a su lado.

-Mamá me llamó ayer por la noche, dijo que invitaras a Christopher y a su familia a la fiesta de año nuevo. Y también te deseó suerte en tu presentación- dice.

-Le diré después de clases- continuamos comiendo en silencio y mi mente se llena de miles de pensamientos.

Mi padre organizaba un evento en su empresa por año nuevo, los artistas no tenían la obligación de asistir. Sin embargo, la mayoría lo hacía. Era una fiesta realmente grande y aunque no me sentía muy cómoda, iba por mi familia. El tiempo pasó realmente rápido, un semestre se había terminado y en sólo una semana sería Navidad.



#6072 en Joven Adulto
#27961 en Novela romántica
#4613 en Chick lit

En el texto hay: separacion, reencuentro, amor

Editado: 10.07.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.