Leah
En un abrir y cerrar de ojos, el semestre terminó. Faltaban sólo dos días para Navidad, en mi familia materna no era una costumbre celebrarla, así que cuando mamá se casó con mi padre, le sorprendió bastante esa celebración. Actualmente por influencia de nuestra familia paterna festejábamos la Navidad.
Christopher y yo, habíamos planeado pasar juntos esta festividad, sin embargo, repentinamente sus padres estarían en casa. Por alguna razón, no quería que estuviera presente en su casa. Me había asegurado que no se avergonzaba de mí, ni quería mantenerme escondida simplemente quería que disfrutara ese día con mis padres porque si iba a su casa terminaría pasando un mal momento. Había algo misterioso en ello, pero si Christopher aún no estaba preparado para decirlo, lo respetaría. Sin embargo, sí celebraríamos juntos el año nuevo (en la fiesta de mis padres).
Me agradaba mucho el ambiente navideño, las decoraciones, los regalos y principalmente la comida, junto con Noche Vieja eran de las fechas en que me permitía comer todo aquello que quisiera, incluido todo tipo de postres. En Noche Buena solemos comer algunos platillos mexicanos como el pozole (que es la comida favorita de papá) o tacos, pero también incluimos el pollo frito (que es una de las comidas que prefiere mamá). En lo personal, podía disfrutar de ambas comidas. Y de postres nos gustaba mucho preparar galletas de mantequillas y decorarlas.
Las festividades eran un buen momento para disfrutar en familia y siempre nos tomamos en serio esa parte, así que también por ello, respetaba la decisión de Christopher de no asistir a nuestra cena. El ambiente en casa siempre era agradable, entre todos decorábamos el árbol y la casa en general.
Noche Buena
Observo mi reflejo en el espejo, usaba un vestido azul oscuro de corte corazón, las mangas llegaban hasta mis muñecas. La ciudad no era tan fría, así que podía permanecer toda la noche con él. La falda llegaba hasta mis rodillas y usaba unos zapatos de tacón bajo color dorados. Mi cabello estaba peinado en ondas y a los dos lados de mis sienes había dos broches dorados.
Bajo las escaleras, mis pasos resonaban contra el piso mientras camino hacia la sala de estar. Tomo asiento en uno de los sofás al lado de Stephanie y sonrío al verla. Vestía un vestido que tenía un diseño bastante parecido al mío, pero en tonos blancos con azul cielo.
Platicamos durante un tiempo y luego procedemos a cenar. Había un poco de cada comida en la mesa, nuestros platos eran relativamente medianos, para poder degustar de todos los platillos. Preparo mi Pozole con un poco de limón y lechuga, comemos en silencio y sonrío al ver a nuestra familia reunida, nuestro tío también estaba en la mesa.
Después de que comemos, le envío un mensaje a Christopher preguntándole cómo se la está pasando. Bloqueo mi teléfono y volvemos a la sala. Continuamos nuestra plática y constantemente estoy revisando mi teléfono, pero no recibo una respuesta.
Los minutos pasan y dejo de centrarme en mi celular hasta que el reloj marca la medianoche y suena anunciando un nuevo mensaje.
Estoy pasándola muy bien, Charles ha horneado pay de manzana y estamos en mi habitación comiéndolo.
Feliz Navidad, Leah. Te quiero ©
Observo la pantalla con una sonrisa y mi corazón late con emoción.
Feliz Navidad, Christopher. Te quiero ©
De igual manera para Charles y Christen.
Luego de un rato subo a mi habitación y recibo una fotografía de Christopher con sus hermanos, sonrío al observar sus ojos brillantes y le envío una foto que tomó Stephanie de ambas. Después de unos segundos me llama y le respondo, su voz sonaba un poco ronca, como si hubiese llorado un poco, pero como era costumbre, dice cosas alegres y actúa con normalidad, así que me digo que probablemente fue mi imaginación.
Año nuevo
A vísperas de un año nuevo, me encuentro en casa con Stephanie maquillándome para la fiesta. El vestido que usaría sería largo de un color negro con algunos detalles dorados. No era ajustado, pero tampoco holgado, dejaba mis hombros descubiertos y por ello usaría un collar un poco más llamativo de lo que normalmente lo haría (a petición de mi hermana mayor). Por otro lado, ella estaría usando un vestido color vino tinto, tenía un escote en “V” ajustado a su cintura y con un poco más de vuelo que el mío.
-Creo que esta noche deberías usar lentes de contacto- dice.
-Me siento más cómoda cuando no los uso- le respondo.
-Serán sólo unas horas y creo que el maquillaje se verá mejor con ellos- asiento a sus palabras y de igual manera tendré preparados mis lentes en el bolso para cuando volvamos.
La hora de irnos llega, subimos a la camioneta junto a nuestros padres, el camino pasa en silencio, sólo se escuchaba el sonido de los coches que pasaban a gran velocidad por las avenidas de la ciudad. El cielo estaba oscuro, las estrellas apenas eran visibles por los edificios que ayudaban a iluminar las calles. Cuando el auto estaciona frente al hotel, mi corazón comienza a acelerarse por los nervios de estar rodeada de tantas personas. Stephanie toma mi mano tranquilizándome y salimos juntas del vehículo.