Leah
-Yo iré a Corea- le digo a Stephanie.
-No, tienes que estar acompañando a Christopher. Yo iré- me contesta con una sonrisa.
-Comenzarás a grabar en dos semanas, además será solamente un mes. Pasará tan rápido e incluso, si él quiere, podría venir con nosotras. Le ayudará a despejarse- respondo.
-Háblalo con él y si en algún momento decides quedarte, entonces yo iré. ¿Está bien?- asiento a sus palabras.
Me acuesto en mi cama luego de colocarme mi pijama. Observo el techo y trato de conciliar el sueño. Justo cuando mis ojos se estaban cerrando, mi celular comienza a sonar. Me sobresalto y busco con mi mano en la mesa de noche hasta encontrarlo. Lo tomo y acepto la llamada.
-¿Leah?- la voz de Christopher llena mis oídos.
-Hola- respondo en voz baja, todavía sin estar completamente despierta.
-¿Estabas dormida?- pregunta.
-Estaba preparándome para hacerlo- le digo.
-Lo siento mucho. Quería explicarte lo que viste esta noche-
-Creo que no es necesario que lo expliques- contesto.
-Sé que no te gusta que lo haga, pero ten por seguro que nada me pasará. Y ahora que no podré aparecer públicamente, necesito poder ganar dinero de alguna forma- giro mi cuerpo.
-¿Alguna vez has leído lo que pasó con Grecia Scott en las carreras?- cuestiono.
-Nunca supe de una noticia sobre Grecia Scott en carreras de motocicletas- responde.
-Porque su familia se encargó de borrar todas aquellas noticias sobre el accidente. Se rompió las costillas, Christopher. Esas carreras son peligrosas, simplemente manejar una motocicletas es riesgoso- estaba tratando de mantener mi voz baja, no quería molestar a nadie.
-Leah, he hecho esto desde hace un par de años, Grecia Scott probablemente acababa de empezar. Nada va a sucederme, estaré bien- ¿un par de años?
-¿A qué te refieres con que has hecho esto por un par de años? Tienes 18 años y provienes de una familia con el suficiente nivel económico para no necesitar buscar trabajos ilegales- me siento en mi cama.
-No todas las familias son tan felices como lo piensas- responde y mi mente queda en blanco.
-¿Qué no me has dicho sobre ti?- pregunto con mi voz temblorosa.
-No es necesario que conozcas todo lo que he vivido, quiero que estés segura de que no va a pasarme nada. A lo largo de mi vida he sufrido por distintas cosas, Leah y ahora que todo esto está pasando realmente no sé cómo actuar, te quiero. Sólo puedo mantenerme cuerdo por mis hermanos y por ti. Todo lo que un día soñé se ha destruido por completo, es muy poco posible que algún día pueda volver a la industria, sólo quiero relajarme por un momento y olvidarme de todo- mi vista se va volviendo nublada.
-¿Qué sucedió con tu empresa?- pregunto.
-Pasa que dejaron de querer lidiar conmigo y con todos los problemas que mi nombre ha estado atrayendo- se escuchaba roto.
-Lo lamento- digo porque no hay nada más que pueda decir.
-Está bien. En algún momento mi carrera se convertiría en nada, sólo ha sucedido más pronto que tarde- a pesar de que sus palabras querían decirme que estaba bien, sabía cuánto podía llegarle a doler.
-No tiene por qué estar bien, si algo te duele deberías decirlo. Y aunque en este momento probablemente no pienses eso, pero te aseguro que ellos han perdido más que tú-
-Gracias por decirlo, pero creo que eres la única persona que piensa de esa manera- verlo actuar de una manera tan negativa cuando la mayor parte del día lo veías sonreír, era algo realmente extraño.
Hablamos durante un tiempo más y siento que puedo entender más todo aquello que sentía, no obstante, seguía sin parecerme una buena idea que participara en esas carreras de motocicletas. Era algo muy riesgoso y no sólo la empresaria era un ejemplo de ello, había más personas que incluso perdieron su vida por ello.
El siguiente día, despierto con el sonido de la lluvia y al ver la hora en mi celular, me doy cuenta que es un poco más tarde de lo normal. Me levanto de la cama y luego de ducharme, bajo al comedor.
Stephanie me sonríe mientras preparaba el almuerzo y me acerco a ella para ayudarle. Me pide que le ayude a lavar y picar algunas verduras. Cuando termino la veo freír algunos fideos con carne, agrega las verduras y la comida está lista. Nos servimos en platos y tomamos asiento en el comedor.
-Mamá está en la empresa con papá terminando algunas canciones para antes del viaje, llegarán un poco tarde esta noche, pero será justo a tiempo para la cena- asiento ante sus palabras.
-Ya que no hemos pasado tanto tiempo juntas, podríamos ver una película- le sugiero a mi hermana mayor y asiente.
La tarde se pasa en un abrir y cerrar de ojos, cuando el sol se pone y la noche cubre el cielo, un mensaje llega a mi teléfono.
Christopher correrá hoy.
¿Quieres venir con nosotros?