Melodía de amor

Epílogo

Christopher

Había pasado un año sin saber nada de Leah, lo único que Stephanie me dijo es que fue a Corea con su abuela. Esperé un mes, luego dos, seis y se terminó convirtiendo en un año. Deseaba ir hacia ella, sin embargo, debería respetar su decisión. Aquella noche en que vi cómo se marchaba y permití que saliera de la sala de estar, terminando todo lo que había entre nosotros, era uno de los momentos que más me llenaban de arrepentimiento.

Al día siguiente, en cuanto desperté y fui consciente de todo lo que había ocurrido, corrí hasta su casa, pero ella ya no estaba y desde ese momento no volví a beber alcohol. Ahora ya llevaba un año de sobriedad.

Firmé un contrato con Young Entertainment con la esperanza de verla allí algún día. Luego me enteré que había salido del país y comencé a esperar su regreso. Al mismo tiempo, comenzamos a trabajar en mi reincorporación a la industria del entretenimiento. Mi estilo cambiaría y sería más personal, dejaría a un lado la mayoría de los sonidos electrónicos convirtiéndolo en algo más acústico.

El día de mañana, grabaría un nuevo videoclip, el primero después de aquellos que grabé con Leah como Ashley, la empresa contrataría a una modelo. A pesar de que me gustaba que en mis vídeos no estuviera yo simplemente, la canción era para Leah y no sentí que podría actuar “románticamente” con alguien más.

Observo su Instagram con las últimas fotografías que publicó, hace casi un mes se encontraba en la Torre N Seúl y se veía tan feliz. Afortunadamente, no me había bloqueado de ninguna de sus redes sociales, así que podía ver siempre sus actualizaciones que eran poco constantes, pero me permitían saber qué era lo que pasaba con su vida. Si se encontraba bien y qué lugares había visitado. Con el paso de los meses, era la única manera de saber qué era de ella.

Como Ashley Kim, puso crecer en la moda asiática y si alguna vez regresaba a México sería aún más prestigiosa que anteriormente.

Era genial ver cómo cumplía sus sueños y cómo crecía profesionalmente. Me había perdido muchos momentos en su vida por embriagarme. Esa noche, había discutido una vez más con mi madre y luego Christen me defendió. Ambos terminamos bebiendo y no recuerdo por completo nuestra discusión. En mi mente sólo vive el momento en que Leah cruzó esa puerta y no la detuve.

Cuando toqué su puerta y Stephanie me abrió, dijo que ella estaba en un vuelo hacia Corea, sólo quería ir hacia ella. Pero, si no lo mencionó es porque quería alejarse de mí.

-¿Estás nervioso por el día de mañana?- pregunta Charles.

-Un poco- respondo. –No sé si pueda actuar de manera correcta con la modelo. Nadie me ha dicho su nombre y además de que probablemente sea alguien totalmente desconocida, la canción se la he escrito a Leah. No creo que sea lindo que alguien te escriba una canción y en el vídeo de ella salga a lado de otra mujer. Incluso si es actuación- observo el techo con detenimiento.

-Leah no es celosa- sonrío.

-No lo es. Pero por alguna razón siento que no es correcto. Ambos hemos cometido muchos errores, pero si ella está dispuesta, pondría todo de mi parte para poder estar a su lado. Sólo quiero decirle que la amaba, que la amo y que siempre lo haré. Incluso si las cosas no salen bien, si fallamos nuevamente en el intento, mi corazón seguiría latiendo por ella- el calor se va posando en mis mejillas y mi corazón se acelera. –Mi vida no es perfecta. Suelo ser bastante expresivo y me gusta hablar sin detenerme, trato de ocultar mis emociones porque temo molestar a las personas y en realidad no me gusta mucho relatar cosas sobre mí. Intenté arreglar mis problemas bebiendo y al final terminé perdiéndola. Tengo demasiadas cosas malas y tal vez lo único bueno que he hecho es amarla- Charles toma mi mano y lo observo a los ojos.

-No me creerás porque soy tu hermano, pero no eres malo. No hay nada de malo en no saber cómo lidiar con lo que sientes, incluso si no es el método correcto. Eres humano, nunca lo olvides. Puedes equivocarte las veces que sean necesarias. Sólo asegúrate de poder salir adelante y aprender de ello- asiento a sus palabras y después de un rato, me quedo dormido.

 

Al siguiente día, cuando despierto algo se siente distinto. Una emoción recorría mi cuerpo, no sabía por qué, pero era como si anticipara que algo iba a ocurrir.

Sigo mi rutina y llego al lugar de la grabación luego de pasar por el tráfico de las avenidas. Era interesante, cómo todo podía seguir avanzando en los meses que Leah se había marchado, pero yo seguía en el mismo lugar. Las estaciones cambiaron y seguía esperándola.

Me cambian mi ropa y peinan mi cabello, maquillan mi rostro ligeramente para que no se observe ninguna imperfección en la cámara. Cuando terminan de prepararme y la hora del comienzo de la grabación se acerca, camino hacia el set. Había un piano en el centro de la habitación. La canción que escribí estaba escrita especialmente para tocarse en ese instrumento, como un recuerdo de aquellas tardes que pasamos juntos.

Me siento en un banquito y mis dedos sin alguna instrucción comienzan a moverse por las teclas. La melodía que tocó Leah aquel día en mi habitación permanecía en mi mente. A pesar de que la escuché una sola vez, quedó grabada en mí. Nunca la había escuchado, la busqué y no la encontré, así que supuse que ella la había escrito. Eso la volvía aún más especial y en mis sueños me gustaba pensar que estaba escrita para mí.



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En el texto hay: separacion, reencuentro, amor

Editado: 10.07.2021

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