Melodía de Verano

Capítulo 17

Después de una pequeña charla, en la que no aprendí nada sobre el inglés, acompañada de un almuerzo que debo admitir, fue exquisito, miro el reloj y son las 3:30. 

—Debo irme. 

—¿Tan pronto, Cenicienta? 

—Tengo que estar en un sitio a las 4.

—Bien. Mientras no se transformen tus elegantes deportivos en harapos, todo bien. 

Ruedo los ojos con una sonrisa y me despido. 

—Ha sido agradable. En serio. 

—¿He pasado de irritante a agradable?

—El almuerzo ha sido agradable. Tú sigues siendo irritante. 

Sonríe y se va por otro camino. 

Cuando ha desaparecido de mi vista, me apresuro para llegar rápido a casa. 

 

♫♫♫

 

Tomo el vestido color celeste que he dejado sobre el sofá por la mañana y comienzo a vestirme cerca de la ventana. Tengo mi bolso de maquillaje sobre la mesa para café y comienzo a arreglarme. 

«Sí. En la sala de estar.»

 

Son las 4 en punto, y Clocks de Coldplay comienza a sonar. 

Debo admitir, que de todas las canciones que le he escuchado interpretar, excluyendo la misteriosa obra sin terminar, ésta es mi favorita. La piel se me eriza, y el corazón me late al ritmo de la melodía. 

Sin darme cuenta, comienzo a imaginarme al misterioso pianista.

¿Cómo será? ¿Será joven? ¿Será mayor? 

No sé si suene descabellado pero…

No, en definitiva es descabellado…

Es sólo que, pese a no saber nada de él, siento algo cada vez que toca. 

Es… diferente.

Y puede ser que tenga 80 años, o que sea un adolescente, pero me siento como... intrigada…

¡Sí! Esa es la palabra. Me siento intrigada. 

Pero es una intriga distinta. Es como si necesitara saber quién se esconde detrás de tan dulces melodías, porque me siento ¿interesada? 

Sí, tal vez es una figura sin rostro en mi mente, pero la forma en la que interpreta es única. Es como si estuviera enamorada. Enamorada de su talento. Enamorada de la forma en la que sus dedos tocan cada nota. 

Al llegar a los últimos acordes de la canción me he quedado sin respiración. 

Ha cambiado las notas. 

Ha improvisado y ha logrado que una canción sublime se vuelva impresionante. Ni siquiera hay palabras para describir la belleza de tal acto. 

 

Al poco tiempo termina, y aunque me quedo esperando la pieza de siempre, esta nunca llega. 

«Qué extraño.» 

 

Debido al tiempo extra, comienzo a maquillarme apropiadamente -en mi habitación- y arreglo un poco mi cabello. Salgo del departamento y me encamino a la exposición de Matteo.. 



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En el texto hay: musica, romance, amor de verano

Editado: 22.03.2020

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