Melodía de Verano

Capítulo 21

Mi móvil suena en la mesita de noche y me despierta. 

—¿Sí? 

¡Elisa! ¿Te he despertado? 

—No, desperté hace unos minutos. —miento. —¿Qué pasa? 

Han cancelado la clase de esta tarde. Pensé que podríamos salir en la noche. 

—¿Aiden ha cancelado la clase? ¿Por qué? 

Supongo que para que se disipen los problemas de ayer, o tal vez tiene algo que hacer. No lo sé. Como sea, podemos aprovechar el día, ¿qué opinas, nena? 

—Sí, suena bien. ¿Qué tienes planeado? 

—Podemos ir a St. Julians. Hay un par de clubs que conozco que son lo máximo. 

—De acuerdo. 

—Paso por tí en un par de horas. 

—¿Un par de horas? 

¡Por supuesto! Hay que buscar un atuendo fantástico para ti. Y bueno, podría comprar un par de cosas para mí...

—He traído suficiente ropa…

—¡Tonterías! Es tu primera vez disfrutando de la vida nocturna de Malta. Además, necesitamos un día de chicas. 

—Bien, me has convencido. Te veo un rato. 

—Vale. 

 

Miro la hora y cierro los ojos un par de minutos más. 

 

♫♫♫

 

—¡Esta blusa es hermosa! ¿Debería llevarla? 

—Si te ha gustado, no veo por qué no. 

—Tienes razón. Voy a comprarla. 

 Caminamos hacia la caja y mientras paga se gira hacia mí. 

—¿Qué te gustaría almorzar? 

—Mataría por un poco de comida china. 

—Comida china, entonces. 

 

—Está delicioso. 

—Qué buena idea has tenido, Elisa. —da un sorbo a su soda. —Anoche ha sido una locura. 

—Lo sé. Me pregunto qué habrá pasado con Penny. 

—Te intriga saber qué pasó cuando Aiden ha salido detrás de ella, ¿no es así? —me mira burlonamente. 

Suelto un bufido y la miro incrédula.

—Para nada. 

—No lo niegues, es evidente. 

—¿Qué es evidente, según tú? 

—Que el sujeto te tiene la cabeza hecha un lío. 

—En lo absoluto. Es demasiado irritante. 

—Eso no es lo que parecía anoche. 

—Sólo hemos bailado. 

—Debí haberlo grabado. 

—¡Angele! No ha sido para tanto. 

—Jamás había visto tanta química en un baile. Y lo digo en serio. Incluso cuando ensayaban. 

—¿Por qué dicen eso? 

—¿Quién más lo ha dicho? 

—Penny, claramente... y Matteo. 

—¿Teo? Vaya, pues… 

—No veo el porqué de tanto alboroto. 

—Mira, si lo que te preocupa es Matteo, tú tranquila. Tiene sus momentos. No se lo tomará tan a pecho. Le desagrada Aiden, eso es todo. 

—Eso espero. Parecía muy afligido. 

—Matteo es mi mejor amigo, pero si a tí te atrae Aiden, debe entenderlo. 

—¡No me atrae! —digo, aunque sé que me he puesto como un tomate. 

—Ya, pues. No presionaré más. 

—Puede que me resulte un tanto atractivo… ¡pero sólo es todo!

—¿Un tanto? Narciso dejaría de ver su reflejo para ver el de Aiden. 

Ambas reímos un rato y cambiamos de tema. 

 

♫♫♫

 

—Llevamos todo el día de tienda en tienda, y aún no hemos encontrado nada. ¡Qué diablos!

—¿Nada? —respondo mientras señalo todas las bolsas que llevamos cargando. 

—Bueno, nada para esta noche en particular. 

—Puedo ponerme algo de lo que he traído. 

—¡Aún hay una tienda a la que no hemos ido! —Exclama entusiasmada.

Entramos al lugar que me indica la pelinegra y dejamos las bolsas en el suelo. Recorro las telas con la mirada y no veo nada que me llame la atención. 

—¡Es perfecto! —escucho a mi amiga exclamar por detrás de algunos vestidos. —Tienes que probártelo, ya. —dice mientras me muestra un vestido negro entallado con el escote en v y algunos detalles en el cuello. 

 

El vestido se ve muy bien, debo admitirlo. Un poco más entallado de lo que generalmente utilizaría, pero se ve magnífico.

Salgo del vestidor y mi amiga me mira sin decir palabra. 



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En el texto hay: musica, romance, amor de verano

Editado: 22.03.2020

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