Melodía de Verano

Capítulo 70

Giro lentamente y en el piano de la esquina se encuentra él. Lleva una camisa y saco. Luce como toda una obra de arte. 

Sus dedos se desplazan suavemente acariciando las teclas. 

<<No puede ser posible que esté aquí. Debo estar alucinando.>>

Mis ojos comienzan a aguarse mientras escucho la pieza que interpreta..

Es dulce y suena bastante triste, sin embargo, hay una pizca de esperanza en lo que toca.

<<Como la primera canción…>>

La melodía es realmente linda y conforme las notas aumentan de intensidad, siento como mi corazón se acelera cada vez más. 

Me acerco a él y lo observo mientras toca.

Toca un suave arpegio de medias a agudas y cambia la secuencia a algo que suena sumamente nostálgico. 

En mi interior se desata una batalla entre mi tristeza y la felicidad absoluta que me da verlo. Las notas agudas en contraste con las medias generan un sonido maravilloso, haciendo que su presencia aquí realmente parezca un sueño. 

Y verdaderamente deseo no despertar. 

La secuencia se repite varias veces y de pronto la toca aún más lento, agregando unas notas ligeramente más graves. Toca unas notas agudas finales y con la mano en el piano finalmente me mira. 

—Hola, Elise.

—Hola. —me quedo estática frente al piano, sin saber muy bien qué debo decir o hacer. Aún estoy tratando de convencerme a mí misma que esto no es un sueño. 

Se pone de pie y rodea el piano. 

—La canción es maravillosa. —le digo a media voz. 

—La escribí pensando en tí. 

Nuevamente me encuentro en un trance y no sé qué decir. 

—Aiden yo… ¿Cómo es que estás aquí? 

—Esa es una larga historia… Angele ha ido a buscarme a Londres. 

—¿Cómo dices? 

—Me ha llamado un par de veces, y no sé cómo lo ha conseguido, pero me encontró. Me explicó lo que pasó en realidad. Tu padre, Matteo… Debí haberlo sabido… Me siento como un completo idiota. 

—No, escucha…

—Durante todo este tiempo ha sido lo mismo; me sentaba en el piano y todo lo que tocaba me llevaba de vuelta a tí. Cuando Angele se ha presentado en mi casa y me ha explicado todo… No podía esperar para volver y pedirte perdón por haberte tratado de la manera en que lo he hecho. Sin embargo, me dijo que estabas sumamente ocupada, a fin de poder terminar con tu compromiso, y no me ha quedado más que esperar a que fuera el momento de volver a verte. Muchas veces pensé en subir al primer avión y venir  por tí pero... incluso mi madre me ha dicho que esperara a que el tiempo fuera el tiempo indicado. 

Toma mi rostro entre sus manos y con el pulgar seca las lágrimas que no paran de brotar. 

—No llores, Elise. 

—Te he extrañado tanto... —le digo mientras entre lágrimas lo miro a los ojos. —No puedo creer que estés aquí. 

—Estoy perdidamente enamorado de tí, no pienso perderte de nuevo. Extrañaba tus deportivos, —dice con una pequeña risa— tu voz, tu sonrisa… No sé cómo he podido pasar tanto tiempo alejado de tí sin perder la cordura. 

—Te amo, Aiden. —y antes de que pueda responder pego mis labios a los suyos. 

Han pasado alrededor de 3 semanas desde la última vez que lo besé, y se ha sentido como una eternidad. 

Me abraza por la cintura fuertemente y despega sus labios de los míos apenas un par de centímetros.

—También te amo.

 

♫♫♫

 

Estamos sentados en el escenario, y mi cabeza yace en el hombro de Aiden. 

—¿Qué ha pasado con la canción?

—La he entregado. Ha sido un éxito. He obtenido mi título. 

—Estoy muy feliz por tí. 

—Fue un día difícil. Al terminar de tocar la canción he roto en llanto. Había imaginado que la tocaba y tú me mirabas desde las  butacas. Al mirar y no tenerte allí, se me ha roto el corazón. 

—Aiden...—acaricio su mano y entrelazo nuestras manos. —Ya ha pasado. Ahora estamos juntos. 

—No hay nada que me haga más feliz, Elise. 

—Extrañaba que me llamaras así. 

—Elise...—dice y se inclina a darme un beso hasta que...

—¡Lo hemos logrado!— exclama Angele desde la puerta. 

—¡Gele! Aún están conversando... —la reprende Penny. 

—Chicas, nos han descubierto. —dice Lucía y ríe. 

—Sabía que ustedes tramaban algo. 

—¡Sorpresa!

—Son lo máximo.—les digo con una sonrisa. 

—Elisa, los invitados están llegando.— dice Santiago asomándose por la puerta. Mira a Penny y se sonríen. 



#36836 en Novela romántica
#6024 en Chick lit

En el texto hay: musica, romance, amor de verano

Editado: 22.03.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.