Tan pronto salí al pórtico y cerré la puerta, alce la mirada al cielo. Allí brillaba la luna majestuosa. En su centro se reflejaba la imagen de una mujer que se aferraba al arpa en sus brazos. Al notar ello supe que lo anterior no había sido un simple sueño, aquella melodía no había sido una invención de mi mente.
Ella tocaba de nuevo la hermosa pieza que género una mezcla de sentimientos: satisfacción, horror y tristeza. En ese momento no tenía la más mínima idea del por qué surgieron esos sentimientos, pero ahora lo sé, así que te lo contaré.
Nuestras miradas conectaron y, por mi parte, no podía apartar mi mirada. Deseaba apreciarla en su máximo esplendor. Mientras ello sucedía no pude darme cuenta que todo alrededor estaba cambiando gradualmente. Sin pensarlo, por el simple hecho de apreciar a esa mujer y su canción, pudo apoderarse de mi de modo que, incluso sin moverme, fui transportado a otro lugar, uno desconocido y totalmente desolado.
Al caer en cuenta sobre ese suceso me altere y no supe en donde me encontraba, pero al poco tiempo supe que no me había movido nada, estaba en el mismo lugar. Aún estaba en mi pueblo, en Showcase, al frente de, donde se supone, se encuentra construida mi casa. Como sea, estoy en mi tierra natal, pero está claro que este lugar no es mi hogar…ni mi casa, es más, ni siquiera veía algún tipo de construcción cerca. Lo único que observaba por la periferia del área era pantano, más y más pantano.
A pesar de mi fiera creencia de continuar en mi pueblo, no lograba hallarme. Eran los límites de Showcase, de eso estaba seguro pero comprendí por el paisaje que esta no era la época que conocía. Sin tener idea de cómo sucedió, retrocedí aproximadamente noventa años en el tiempo.
Decidí moverme de una vez y camine por el rededor sin encontrar absolutamente nada más de lo ya mencionado. Recorrí una gran parte de terreno sin hallar más vida, salvo por unos pequeños insectos. Llego la noche y con ella sentí la compañía de la luna. Agotado me dirigí a un gran y frondoso árbol de Encina que vislumbre a lo lejos y posándome sobre sus tallos, me recosté para descansar bajo su cobijo. El viento soplaba fuerte y el frio me entumecía, por ello me abrigue con las hojas que habían caído alrededor y, en ese estado, logre conciliar el sueño. Ingresando en aquel mundo mágico, mientras soñaba y recordaba a Giselle, estas imágenes iban acompañadas de aquella melodía. En cada escenario que aparecía, esta no cesaba.
Me desperté al día siguiente y continúe caminando en busca de… bueno, la verdad no sé qué buscaba, una respuesta quizá… como sea, continúe caminando en medio de ese sórdido lugar hasta que pude avistar lo que parecía ser un aviso de madera. Me acerque para comprobar y en efecto lo era. Este decía:
“BIENVENIDOS A AVALÓN”
-¿Avalón? Nunca había escuchado acerca de este lugar. A menos que este pequeño lugar haya sido la base para la construcción de lo que yo conozco como Showcase, y así como su crecimiento, también cambio de nombre con el paso del tiempo. Además esta teoría explicaría el por qué pude identificar ese pantano, el tener ese sentimiento de conocer algo que jamás había visto.
Cruzando el letrero de bienvenida, me adentre en ese desconocido lugar y busque la manera de volver a mi época, cosa que me fue difícil lograr.
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asesinatos, viaje en el tiempo, misterio y giros inesperados
Editado: 20.10.2018