UNOS AÑOS DESPUÉS
Después de ese horrible y largo día donde quedé como una completa idiota, en la tarde al llegar a mi casa me encerré en mi habitación a llorar por Ángel, si, por ese maldito desgraciado y su grupo de amigos idiotas que no saben en que punto del planeta están parados, divinos maricas. Luego después de llorar como por toda la tarde y parte de la noche, al entrar en facebook no pude llevarme más sopresa que ver un vídeo donde salía gritandole todo a Ángel. El como le dije lo de su querida novia, cuando le dije que estaba enamorada de él, pero sin usar esas palabras claro. Creó que eso fue lo que me término de arruinar completamente la vida.
Todos en el instituto me conocían como la chica enamorada del pianista, era patético el verme. A veces me sentía como si estuviese levitando y solía salir de mi cuerpo y podía verme desde afuera y yo misma me daba lástima.
Ese año fue horrible, la depresión que tenía no fue buena para mi. Pasé todas mis materias arrastrándome cosa que me hizo salir del instituto, mudarme con mi tía en otra ciudad y un colegio privado. Estaba hecha un asco.
Me alejé de todos mis amigos, de Rose, Job, Sathia, de todos... No quería nada que ver con mi antigua ciudad, donde estaba él, el dueño de mi corazón.
Conocí a una chica llamada Alexandra, ella era diferente a mi cosa que fue buena porque pude salir de mi habitual zona de confort donde parecía siempre una estúpida.
Mi madre me hablaba a diario para saber como iba, pero no todo era igual. Ella me visitaba, pero desde que me mude no he vuelto a ir a casa, sentía que ya la extrañaba y mucho.
Mi apariencia había cambiado. Ya no usaba mis gafas, usaba lentes de contacto. Vestía ropa más moderna y maquillaba, si me hubiesen dicho que cambiaría mi estilo te hubiese dicho que dejaras de fumar yerba. Pero ahora yo misma me veo y no me reconozco.
Ya no visitaba a la iglesia, debo decir que cuando mi padre murió un año después de lo ocurrido dejé de ir. Dios no cuido de él como debía, y por su culpa al salir de la casa le dispararon. Creo que el dolor que sentí al saber la noticia fue el peor que he podido sentir en mi vida, nunca estas preparado para esto, menos cuando tu padre era como tu anclas, tu soporte, tu mano amiga. Mi padre era mi angel en la tierra y Dios me dejo sin ángel.
En una semana entro a la universidad, había conseguido entrar a la ELAM, pero rechacé la beca. Después de esforzarme tanto para conseguirla la rechacé por el simple hecho de que la noticia no me alegró y estaba en un punto donde si entraba o no me importaba diez rábanos verdes en aceitunas. Estaba planeando algo y deseaba tener un poco de suerte en eso.
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Me encontraba en la parada de autobús para ir a mi ciudad, estaba nerviosa, pero que más daba ya no tenía nada más que perder. A lo lejos divise una figura conocida caminando hacia mí, pero no le di importancia y volvi a mirar a mi celular siguiendo con mi lectura.
- ¿Melody Adams?- escuché que preguntaron. Levanté mi vista para verlo, si te digo que no pensaba verlo ahora ¿me creerías? No, pues si, estaba muy sorprendida.
Me miró de arriba a abajo inspeccionando, gracias a Dios que había decidido ponerme algo que me hacia ver bien por lo menos, mi delineado de ojos estaba perfecto y mi cabello tenía unos rizos fabulosos. Lo miré igual que él a mí y estaba cambiado, mucho. Tener cuatro años sin verlo hacía su trabajo. Tenía una pequeña barba creciendo, su cabello no había cambiado de corte, llevaba gafas, una chaqueta de cuero, unos jeans gastados y unas converse negras. Se veía lindo.
¡¡No, no. Nada de lindo ni de nada. Recuerda el porque estas llendo a la ciudad de nuevo. Me espeto mi consciencia.!!- gritó esa voz en mi cabeza a la cuál había empezado a hacerle caso desde aquel día.
- ¿Qué quieres?- le dije con voz fría haciendo uso de todo mi autocontrol para no pararme y darle una buena patada en las bolas.
- Solo que te vi y te quería saludar... - se pasó las manos por el pelo mientras lo miraba con una ceja levantada.-... Estas muy cambiada.
- Si, eso lo sé.- dije aburrida mirando mi celular.
- ¿Verás a los chicos allá? Hoy tienen una fiesta- por Dios Ángel vete de mi lado antes que haga alguna locura contigo.
¿Cómo carajos aún podía sentir estas asquerosas hormigas agujereando mi estomago?
- ¿Te importa?
- Yo... Nada. Nos vemos luego.- dijo y luego se alejo de mí, pero no muy lejos. Aún donde estaba podía sentir su mirada sobre mí, y en realidad no sabía porque me miraba tanto. Entonces le escribí un mensaje a Alexandra.
Yo; Acabó de ver a Ángel.
Alex; No puede ser. Que rápido. ¿Cómo reaccionó?
Yo; Estaba raro. No dejaba de analizarme con la mirada.
Alex; Ha caído nena.
Yo; Si, claro.
Alex; Ese cambio te ayudará, ya verás. Hablamos luego estoy con Ty.
Yo; Adiós.
Me quedé mirando en la dirección de Angel y nuestros ojos se encontraron, fue como sentir lava correr por mis venas, era una sensación indescifrable volver a sentir eso. Me obligue a apartar la vista de él, no había vuelto a la ciudad por diversión, había venido a darle una pequeña lección a Ángel, y no se lo pondré nada fácil.