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June

Las cosas que más me cansaban de mi día a día, era mi trabajo sin duda, aunque a veces me gustaba imaginarme que era millonaria y tenía tanto dinero para derrochar tal como yo quisiera.

Pero lastima

Esas cosas no ocurrían.

Quede observando mi reloj, eran las casi las tres de la madrugada mientras yo alistaba mi mochila para salir del turno de madrugada. Mi jornada había sido la más cansada que había tenido alguna vez trabajando aquí.

Entre como siempre pasado el medio día después de la universidad, pero antes de salir de mi turno normal en la tarde noche, Kairi me llamo que tenía que problemas con el turno que le tocaba en la madrugada.

Ya que en nuestro trabajo para algunos — como yo — los turno son fijos, pero para otros los van rotando depende como vaya pasando la quincena.

Así que, por lo tanto, no pude decirles que no a ella, y aunque salga más cansada de lo normal, se perfectamente que ella lo necesita más que yo.

No está mal ponerse uno mismo como primera opción en todo lo que hacemos, pero también a lo poco que llevo de mi vida, también sé que hay que tener un poco de empatía con la gente que nos rodea, hay que hacer que nuestro granito de arena que apórtanos al mundo haga un cambio.

Salía del turno sin despedirme absolutamente de nadie ya que en este tiempo mis amigos o conocidos no estaban en la cocina.

Mientras camino fuera de los establecimientos le envió un mensaje a mi mama diciéndole que voy de camino hacia la casa.

Ya que a ella siempre le gusta estar pendiente de mi mientras voy a casa.

Se que, aunque le diga que duerma, no lo hará, sé que podrá dormir tranquila una ves yo este debajo de su techo.

Voy a la parte trasera del edificio para poder ir a por mí automóvil en el estacionamiento. Entro en el colocando la calefacción un poco ya que el sereno de la noche puede estar muy frio a veces en los ángeles.

Mientras lo enciendo, me fijo que la aguja del gas me indica que le queda muy poco combustible, y sin retenerlo hago una rabieta como niña.

—si alguien me viera a esta hora, pensaría que estoy loca…Dios mío

Agradezco que hace un tiempo atrás podido ponerle los vidrios oscuros a mi auto, ya que eso era muy difícil para mí, temía que la gente se pudiera meter en mi auto para poder sacar mis cosas.

Mientras conducía me decidí en ir la gasolinera que, aunque quedara un poco afuera de la zona donde vivía, no importaba ya que siempre era bueno tener el tanque lleno por alguna emergencia.

Mañana no me tocaría ir a trabajar ni a la universidad, eso se convierte en una buena señal para mí, ya que eso indica que poder dormir hasta tarde sin que mi mama me riña.

GRACIAS

Mientras conducía conecte mi celular al auto así poder escuchar algo de música.

—𝘗𝘭𝘦𝘢𝘴𝘦 𝘶𝘯𝘥𝘦𝘳𝘴𝘵𝘢𝘯𝘥 𝘵𝘩𝘢𝘵 𝘐'𝘮 𝘵𝘳𝘺𝘪𝘯𝘨 𝘮𝘺 𝘩𝘢𝘳𝘥𝘦𝘴𝘵

𝘔𝘺 𝘩𝘦𝘢𝘥'𝘴 𝘢 𝘮𝘦𝘴𝘴 𝘣𝘶𝘵 𝘐'𝘮 𝘵𝘳𝘺𝘪𝘯𝘨 𝘳𝘦𝘨𝘢𝘳𝘥𝘭𝘦𝘴𝘴

𝘈𝘯𝘹𝘪𝘦𝘵𝘺 𝘪𝘴 𝘰𝘯𝘦 𝘩𝘦𝘭𝘭 𝘰𝘧 𝘢 𝘱𝘳𝘰𝘣𝘭𝘦𝘮

𝘚𝘩𝘦'𝘴 𝘭𝘢𝘵𝘤𝘩𝘪𝘯𝘨 𝘰𝘯𝘵𝘰 𝘮𝘦, 𝘐 𝘤𝘢𝘯'𝘵 𝘳𝘦𝘴𝘰𝘭𝘷𝘦 𝘪𝘵…..

Mientras manejo y me introduzco un poco más adentro de las zonas más concurridas de los ángeles, siento que mi carro está provocando unos sonidos raros, trato de aparcarme cerca de algún lugar que no se mire tan solo para poder aparcar, mientras busco quedo un poco más delante de una discoteca que se llama  𝘐𝘯𝘧𝘳𝘢𝘮𝘶𝘯𝘥𝘰, logre leer sus letras fuera del local con sus luces rojas y negras, desde que se puede notar que es un lugar muy transcurrido y muy grande. Ya que en estos momentos hay gente saliendo de este lugar.

Parqueo enfrente de un callejón algo iluminado, para poder salir, no sin antes poner las intermitentes y coger mi gas pimienta de la mochila, aunque no es un arma letal, es algo útil que me podrá servir si algo llega a pasar y no sé porque razón al ver en mi mochila el collar de cuarzo que mi madre me regalo, digo a sacarlo de ahí y ponérmelo antes que se me olvide.

Mama quería regalarnos algo valioso, así que a mi hermana le regalo unos aritos de diamantes cuando nació y a mi me regalo este collar de cuarzo.

Sali del auto revisando las llantas delanteras las cuales no tiene señales de estar mal, luego de revisar las llantas me doy cuenta que hay unas latas debajo, de cerveza, las cuales provocan el ruido.

Saco una, dos, tres, cuatro…cinco latas de cervezas las cuales me enoja al mismo tiempo al saber que los imbéciles de la esquina de donde trabajo son los responsables de esto. Tomo las latas llevándolas un poco hacia el callejón donde hay dos contenedores negros grades de basura, tiro las latas dando media vuelta hacia el vehículo….

Unos quejidos por la parte de atrás, de los basureros hacen que detenga el paso y tome de mi bolsillo trasero el gas pimienta. Me doy la vuelta esperando que alguien salga o los ruidos se hagan más pronunciados. Pero después de un par de segundo los quejidos son más sonoros sumados el sonido de  unos zapatos arrastrándose se le unen.