Zumo de Naranja
Easton
Un estruendo en el pasillo me hace levantarme en un solo movimiento causando que mi sueño se desvanezca y que mi respiración se haga más rápida junto con las palpitaciones de mi corazón.
Fue un gran susto lo que esa pareja supo darme mientras llegaba al cuarto del par. Tenían que tener mucho dinero para poder estar en esta ala del hotel.
Siento que el mundo da vueltas en este momento y me cuesta encontrar la direccional de mi cabeza, por lo tanto llevo mi mano directamente a mi pecho para poder relajarme, y trato de respirar nuevamente para poder calmar mi respiración.
Después de unos minutos todo vuelve a estar normal.
Tomo mi celular y el reloj marca en la pantalla las 2:32 de la madrugada, me cuesta mucho conciliar el sueño y al saber que me despierto a estas horas se rápidamente que mi sueño no regresa dentro de poco tiempo. Me levantó de la cama y me encamino al baño, voy al servicio y luego me lavo la cara.
—Agh...
Hago una pequeña mueca cuando sin querer me paso la toalla por la cara bruscamente, olvidando que hay una herida de cinco días atrás que aun no sana por completo. No sangra ya, pero aun su tamaño, su textura, su grosor y sus colores en combinaciones de verdes y morados, no se terminan de ir.
—estás enloqueciendo
Me detengo del lavabo cuando un ataque de risa me toma por sorpresa luego que recuerde nuevamente como apareció mi herida. En mi vida había pasado por muchas cosas locas, ya sea con fanáticas o simplemente con mis compañeros de gira, pero nada se comparaba lo que había vivido con June esa tarde.
Había sido una total locura.
Y eso que hubo una ves que un fan se me acerco diciendo si podía firmarle su pene para poder tatuárselo. No sabía si lo decía en broma, pero por su cara parecía como si de verdad esperaba eso de mi parte.
Valió la pena, cada llamada de atención, cada regañado y cada putazo que mi madre me quiso dar, pero no llego a mas ya que me le escape una vez la reunión se dio por finalizada.
Sin contar aun, que la situación por esos lados seguía muy intranquila; Tobías sigue sin estar tan al cien por ciento conmigo.
Le dio el poder y todo a mi padrastro para el poder llevarme mis finanzas al cabo de darse por vencido y tirar malas palabras por diestra y siniestra y decidí para que el problema no se hiciera más grande, que no bajaría su sueldo, el no puso ninguna objeción con eso, Enrique al contrario no quiso aceptar ni un dólar que le ofrecía por trabajar para mí. Le dije muchas veces que, aunque fuéramos familia—ya que lo consideraba como miembro de ella— no tenía que trabajar sin sueldo, ya que no lo hacía de gratis, además que eso le serviría para poder cubrir sus gastos con mama, ya que hasta ni ella solía tomarme dinero por mas que lo necesitara.
Al final de cuentas, luego de insistirle un poco mas logro aceptar el pago con la condición que le bajara una cifra a su sueldo, lo cual yo le dije que teníamos un trato. —pero la verdad era que no había bajado la cifra cuando hice el deposito hoy.
Sali del cuarto de baño y me senté al final de la cama, al sentir que aún no tenía ni una gota de sueño, decidí que debía aprovechar mi tiempo mientras estaba despierto.
La computada estaba en el fondo del cuarto en el escritorio como para traerla conmigo, de esta manera decidí después de pensarlo mejor, las tareas no era lo que precisamente quería hacer. Así que mejor fui a la cómoda y saqué a Deanblue. Deanblue es mi aliada desde que empecé con la música profesionalmente, es un cuaderno azul como cualquier otro, pero lo que hace especial a este cuaderno, es su contenido; dado que en este cuaderno están escritos mis miedos, mis alegrías, mis batallas, mis sueños y muchos sentimientos más.
En otras palabras; mis canciones.
Cuando Deanblue se quede sin más páginas con las cuales hacer magia, se que me sentiré muy abatido por dejarlo, ya que fue mi compañero y el primer ayudante de la mayoría de mis éxitos hoy en día. He publicado alguna que otra canción, pero, aunque suene absurdo, cuando no las escribo en deanblue la canción no suele ser tan buena como se espera. —el porque de esto—no lo sé, solo deanblue lo sabe.
Voy a la sala en oscuras aun todavía y con tener cuidado en no darme un mal golpe, traigo mi guitarra acústica para poder tocar algo mientras mi sueño regresa. Saco un lápiz carbón de mi estuche y lo pongo en mi oreja mientras pienso que puedo escribir, empiezo a ojear mi cuaderno y me detengo en una página en específico y repaso las únicas tres líneas que están escritas ahí.
I walk while the world around me does not stop moving
what am i supposed to do right now?
Sigo tocando los acordes de mi guitarra para poder sentir si algo llega solo mientras pienso en esas líneas, no soy bueno creando los sonidos de mis canciones, pero la guitarra ayuda mucho en estos momentos de creación.
I can only run and run and run in circles without stopping
Me quede un momento en silencio y calle abruptamente cuando la última frase salió de mis labios sin pensarlo.
¿Me sentiré de esa manera?
¿O solo fue por el sentimiento de la canción?
Siento en ese momento un nudo en la garganta cuando mi interés en seguir cantando se desvanece. Inmediatamente mi vista de posa nuevamente en esa página.
Todas mis paginas suelen tener fechas cuando empecé la composición y cuando las finalizo, a eso sumado con anotaciones horribles sin orden con también tienen el nombre de la canción. En cambio, esa página no tiene nada más que las últimas tres líneas, más la nueva que acabo de agregar.
No se cuando llego a mi o cuando la inicie.