Melodías de sombras (cinco sentidos)

Capítulo 17

La noche estaba cargada de expectativas. El teatro principal de Seúl se había llenado con figuras prominentes de la industria musical, periodistas, y aficionados al arte. Era un evento anual diseñado para celebrar la música, pero este año, Ji-Yeon había decidido que sería algo más. Vestida con un elegante vestido negro que acentuaba su aura misteriosa, se preparaba para dar una actuación que marcaría un antes y un después.

En el escenario principal, el presentador anunciaba con entusiasmo:

—¡Demos la bienvenida a Ji-Yeon, la estrella emergente de nuestra industria!

Los aplausos resonaron mientras ella subía al escenario. Desde un rincón del teatro, Hyun-Woo observaba con atención. Él sabía lo que iba a ocurrir y sentía la tensión en cada fibra de su cuerpo. Cerca de él, Hye-Jin, con su cámara lista, estaba preparada para capturar cada momento de lo que sería una noche inolvidable.

El piano comenzó a sonar, una melodía melancólica que atrapó a la audiencia desde el primer acorde. La cantante cerró los ojos, dejando que la música la envolviera antes de empezar a cantar. Su voz, cargada de emoción y dolor, llenó el teatro.

La canción que interpretaba no era una cualquiera; era una composición escrita por Min-Soo. Las letras hablaban de traición, corrupción y el precio que los artistas pagaban por la codicia de aquellos que controlaban sus carreras. Cada palabra parecía dirigida a alguien en particular, y los murmullos comenzaron a extenderse entre los presentes.

—¿Está hablando de Kang Jae-Hyun? —susurró alguien en la audiencia.

—¿Y de Tae-Joon? —añadió otro.

El nombre de Tae-Joon empezó a repetirse entre los asistentes como un eco. Él, sentado en una de las primeras filas, comenzó a moverse inquieto en su asiento. Su sonrisa habitual había desaparecido, reemplazada por una expresión tensa.

Cuando la chica terminó la primera estrofa, las pantallas detrás de ella se iluminaron. Hye-Jin había preparado un video que acompañaba la canción, un montaje de imágenes y documentos que detallaban la corrupción en la industria musical. Contratos manipulados, regalías robadas, y testimonios de artistas que habían sido explotados llenaron la pantalla, dejando a la audiencia en un estado de shock.

Hyun-Woo miró a Tae-Joon, quien ahora estaba visiblemente pálido.

—Esto es un montaje —dijo en voz alta, intentando recuperar el control. Pero su voz temblaba, y eso solo atrajo más atención hacia él.

La canción continuó, y Ji-Yeon, con una mirada fija en Tae-Joon, cantó la última estrofa:

"Y cuando las luces se apaguen,
las sombras revelarán la verdad.
Los gritos de los olvidados
serán la melodía de tu caída."

Fue un golpe directo. Tae-Joon se levantó de su asiento, señalando a la muchacha con furia.

—¡Esto es una calumnia! ¡No tienen pruebas!

Hye-Jin, con una sonrisa triunfante, levantó su cámara y apuntó directamente hacia él.

—¿Seguro que no las tenemos?

Mientras Tae-Joon intentaba salir del teatro, un grupo de periodistas lo rodeó. La periodista, con micrófono en mano, comenzó a disparar preguntas:

—Señor, ¿qué tiene que decir sobre los contratos fraudulentos firmados bajo su supervisión?

—¿Es cierto que amenazó a Min-Soo semanas antes de su muerte?

—¿Cómo responde a las acusaciones de desviar fondos de artistas emergentes?

El hombre trató de esquivar a la prensa, pero entonces, dos hombres vestidos de traje se acercaron a él. Eran oficiales de la policía, quienes, gracias a la investigación liderada por Hye-Jin y respaldada por Ji-Yeon y Hyun-Woo, habían obtenido suficientes pruebas para proceder legalmente.

—Señor Tae-Joon, está bajo arresto por fraude y otros cargos relacionados con corrupción en la industria musical —dijo uno de los oficiales mientras le colocaba las esposas.

El teatro estalló en murmullos y aplausos.

Desde el escenario, la cantante observaba cómo el productor era escoltado fuera del teatro. Aunque había logrado lo que se había propuesto, sentía una mezcla de emociones. Había expuesto la verdad, pero el precio de hacerlo era revivir cada herida del pasado.

Hyun-Woo subió al escenario en cuanto terminó la actuación. Sin importarle la multitud, se acercó a ella y la tomó de las manos.

—Lo has hecho increíble —le susurró.

Ella lo miró, con lágrimas en los ojos y contestó:

—Min-Soo merecía esto, pero aún no puedo sentirme aliviada.

Él negó con la cabeza.

—Lo que has hecho esta noche es solo el comienzo. Su legado ahora está limpio, y la gente empezará a hablar de lo que realmente ocurrió. No estás sola en esto, Ji-Yeon.

Esa noche marcó el inicio de un cambio en la industria musical. El artículo de Hye-Jin sobre la corrupción y las acciones de Tae-Joon se convirtió en la noticia principal en los días siguientes. Otros artistas comenzaron a compartir sus experiencias, y las autoridades prometieron investigar a fondo.

Para Ji-Yeon, el camino hacia la justicia aún no estaba completo, mas la carga que había llevado durante tanto tiempo empezaba a sentirse más ligera. Por primera vez, sentía que podía cantar sin miedo al saber que su voz no solo exponía la oscuridad, sino que también tenía el poder de cambiarla.




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