Melodías del Destino

Capítulo 18: Un Amor sin Barreras

Narra Lucas

 

El sol se pone lentamente en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos cálidos y dorados. Estoy nervioso, pero emocionado por lo que está por venir. Hoy, daré un paso importante en mi vida junto a la mujer que amo, Isabella. Después de su graduación, ya no hay nada que nos separe, y estoy decidido a pedirle matrimonio de una manera romántica y original.

 

Hemos decidido dar un paseo por el parque, un lugar que ha sido testigo de muchos de nuestros momentos especiales juntos. Las luces tenues de las farolas crean un ambiente mágico y romántico, mientras caminamos de la mano, disfrutando de la suave brisa nocturna.

 

- Lucas, este lugar siempre me ha parecido mágico. Cada vez que vengo aquí, siento que el mundo se detiene y solo existimos tú y yo - dice Isabella, mirándome con ojos llenos de amor.

 

- Es cierto, Isabella. Este lugar es especial para los dos. Aquí es donde nos conocimos y donde hemos compartido muchos momentos inolvidables juntos - le respondo, acariciando suavemente su mejilla.

 

Nos detenemos cerca de un pequeño lago, donde los reflejos de las luces bailan sobre el agua. El ambiente es tranquilo y sereno, perfecto para lo que tengo planeado.

 

- Isabella, desde el momento en que te vi por primera vez, supe que eras especial. Tu pasión por la música, tu dulzura y tu belleza han cautivado mi corazón de una manera que nunca antes había experimentado - le confieso, mirándola fijamente a los ojos.

 

- Lucas, tú también has llenado mi vida de alegría y amor. Eres mi inspiración, mi apoyo incondicional y mi compañero de vida. No puedo imaginar mi futuro sin ti - me responde, con voz llena de emoción.

 

Me arrodillo lentamente frente a ella, sacando una pequeña caja de terciopelo de mi bolsillo. La abro, revelando un hermoso anillo de compromiso.

 

- Isabella, ¿te casarías conmigo? ¿Aceptarías ser mi esposa y compartir el resto de nuestras vidas juntos? - le pregunto, con el corazón latiendo rápidamente en mi pecho.

 

Ella se cubre la boca con las manos, sus ojos llenos de lágrimas de felicidad.

 

- ¡Sí, Lucas! ¡Sí, acepto ser tu esposa! No hay nada que desee más que pasar el resto de mi vida contigo - responde, con una sonrisa radiante en su rostro.

 

Me pongo de pie y la abrazo fuertemente, sintiendo la felicidad y el amor llenar cada fibra de mi ser. Nos besamos apasionadamente, sellando nuestro compromiso y el amor que compartimos.

 

- Isabella, mi amor, eres la melodía más hermosa que ha entrado en mi vida. Juntos, crearemos una sinfonía de amor y felicidad que resonará en nuestros corazones por siempre - le susurro al oído, sintiendo la emoción en mis palabras.

 

Nos quedamos allí, abrazados, disfrutando del momento y de la promesa de un futuro juntos. El parque se convierte en nuestro propio escenario romántico, donde los susurros del viento y los latidos de nuestros corazones se entrelazan en una melodía única.

 

El amor ha vencido todas las barreras que alguna vez nos separaron. Ahora, estamos listos para embarcarnos en un nuevo capítulo de nuestras vidas, lleno de amor, música y felicidad.




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