_Capítulo 1_

La “melodía” del mar o por lo menos es como yo llamo a ese acogedor sonido que emite el mar, siempre me sentí atraída a venir hacia la orilla y quedarme a admirar el bello paisaje. Ahí es donde puedo ser yo, donde puedo ser libre… Las olas me transmiten serenidad.

Ahí me encontraba yo, sentada contemplando el bello paisaje, un atardecer, con los bellos matices reflejados en el mar, el viento rozaba en mi piel.

Cerré los ojos  para concéntrame en la hermosa melodía, las horas pasaron como minutos era ya de tarde, sin embargo no quería regresar a mi “rutina habitual”. Pero no tengo más remedio que hacerlo así es la vida…

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T/N no grites muy fuerte porque llamaras la atención de los demás y ya no podremos jugar –menciono el pequeño-

Está bien disculpa kookie, sabes hoy fue un día muy malo –comento la pequeña T/N- ¿qué paso? Espera ¿Chaeyoung volvió a molestarte? –preguntó el pequeño a lo cual recibió una respuesta afirmativa por parte de T/N- como me gustaría defenderte de esa niña –musito molesto el pequeño- Kookie no te preocupes, además no me paso nada malo así que cuéntame cómo te fue a ti, ¿cumpliste con tus deberes reales? –preguntó atenta T/N-

Pues en realidad si las cumplí, pero… -aquel niño desvió su mirada- Kookie no te escapaste ¿verdad? –Preguntó la pequeña- pero prometí verte –respondió apenado- Kookie sabes que podrían castigarte –habló T/N triste-

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Desperté de ese sueño, aquel sueño es muy constante y repetitivo me preguntó ¿Quién será Kookie? O ¿solo será mi imaginación?, estaba sin ganas, sin embargo, al darme cuenta de la hora, me sorprendí, era demasiado tarde, tenía que ir a mi trabajo. – ¡Me van a matar! –Exclamé mientras me cambiaba de ropa y me arreglaba el cabello –T/N cómo pudiste olvidar que tienes trabajo- hablaba para mí misma, ya lista salí inmediatamente rumbo a mi trabajo.

Llegue a tiempo y cansada por la rápida caminata, me dispuse a saludar a mi amiga que se encontraba en la recepción –Hola Suyeon- ella me miro y habló –T/N ¿te enteraste de la última?- preguntó mientras observaba a los lados– no ¿Qué paso? –Indague en un susurro- El Ceo ha contratado a una nueva directora –finalmente habló- y ¿quién es? 

Suyeon señalo vagamente a una mujer acercándose junto al Ceo –Buenos días, mi nombre es Song Jieyoung y soy la nueva directora –al mirarla me quede perpleja, era realmente hermosa. 

Sin embargo, no me sentía cómoda con su presencia…

Al final de mi jornada de trabajo decidí pasar por la playa, me deshice de mis zapatos para después tomarlos con mis manos, cuando mis pies sintieron la textura de la arena cerré mis ojos para concentrarme en la melodía que más amaba la del mar.

Me senté alejada de las personas presentes para mi comodidad cerca a la gran roca.

Ya era de noche la luna estaba en su resplandor, algo indescriptible y cuando iba retornar a mi casa, noto algo muy extraño en el mar, la luna iluminaba una figura ¿humana? ¿En el mar?

En mi mente se formularon muchas dudas y me acerque por curiosidad pero al llegar no vi nada dejándome aturdida. Entonces escuche un canto al otro lado de la gran roca, una voz hermosa, que transmitía una serenidad tal y como lo hacía la melodía del mar.

Rodeé la roca y ahí ante mis ojos observe a un ¿chico?

Me quedé a escucharlo pero él se dio cuenta de mi presencia y sin darme cuenta me acerque más a su presencia.

-Oye- me interrumpí al verlo totalmente mojado -¡te puedes enfermar si sigues mojado!- comenté conmocionada, pero el tan solo sonrió de una manera cómplice- no puedo evitarlo –respondió- lo digo en serio –hable con fastidio dispuesta a prestarle mi chaqueta y al hacerlo, le extendí la prenda y él me miro con una mirada confusa -ten, sécate- ordene pero él no la aceptó -mira sé que no te conozco pero de una cosa estoy segura y es que si no utilizas esto puedes enfermarte- dije segura de mi afirmación –no lo necesito- respondió lo cual me sorprendió –bueno tampoco puedo obligarte, además no sé porque te estoy hablando, con permiso- hablé para irme.

Y una vez que di la vuelta dispuesta a marcharme escuche como algo se metía al mar exactamente cuando te tiras al mar, voltee inmediatamente y lo único que alcance a ver fue una ¿cola de pez? 

Frote mis ojos pensé que estaba alucinando, creo que es mi imaginación debe ser el estrés del trabajo –afirme hablando- debo descansar

Me retire del lugar en dirección a mi casa. Y cuando llegue observé a mi bello pez cirujano en su acuario. Cuando era pequeña fue tanta mi fascinación por el mar que una vez me escape de la escuela para ir a la playa y conseguir algo de ahí. Mis padres preocupados me encontraron ahí y me castigaron y decidieron regalarme un pez dorado fue lo mejor para mí ya que siempre me recordaba al mar, sin embargo, no vivió mucho tiempo y murió. Y ahora que vivo sola conseguí un pez cirujano y decidí llamarlo Dory como la película.

Me di una ducha antes de poder descansar y es otra de mis actividades favoritas ya que me relajan. Al estar en mi cama, no lograba conciliar sueño, el recuerdo de aquel chico no me lo permitía.

Y al fin pude conciliar el sueño.

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-T/N mira esto- entonces en sus manos tenía una hermosa pequeña concha -wow es hermosa- comenté mientras miraba con detenimiento la concha - ¿te gusta? - preguntó -si Kookie, me gusta mucho- respondí mientras tomaba la pequeña concha -te lo regalo- anunció - ¿en serio? -pregunte y el asintió -Gracias Kookie- y como forma de agradecimiento lo abrace y este correspondió-

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