Melodías del Mar — Jeon Jungkook

_Capítulo 8_

 

-T/N me gustaría ir a esa bienvenida parece ser interesante- dijo Jungkook con seguridad. -no es una buena idea créeme- comenté. -¿Por qué?- preguntó, dudaba en decirle en como sería aquella fiesta -pues no es algo tan adecuado- respondí y este me miró confuso -¿A qué te refieres?- 

Pensé por un momento en como explicarle pero no sé me ocurría nada. -pues tu idea de los humanos podría cambiar- dije mientras evitaba su mirada.

-Creo que sería bueno que pueda conocer a más humanos- comentó -Entonces supongo que no puedo seguir negándome- dije resignada.

-No te preocupes, comprendo que no todos los humanos son iguales- comentó con una sonrisa tranquila. 

Después de aquella conversación regresamos a mi casa para así descansar y almorzar antes de la "bienvenida".

-¡Jungkook te dije que dejarás de beber las bebidas de bananas! -exclame al ver como terminaba casi todo y este tan solo arrugó su nariz. 

-Puedes descansar- mencioné al verlo con los ojos cansados ya que había estado ordenando mi casa mientras yo cocinaba. -Pero aún no he terminado- dijo al escucharme -Te ves cansado, solo descansa- ordené.

-Es un síntoma el cansancio esta indicándome que debo volver al mar- comentó. -Puedes adelantarte y disfrutar del mar luego iré a traerte ropa para ir a la bienvenida- dije pero este me miraba con una cara tierna, un puchero bonito.

-Aún no he comido- indicó. -Entonces quédate un rato más y luego vas- respondí

-T/N ¿dónde aprendiste a cocinar tan delicioso?- esa pregunta me tomo desprevenida mientras cortaba un ingrediente, ya que solo se lo básico y un poco más. -En realidad no es mucho, solo sé lo básico- respondí.

Volteé para tomar otros ingredientes más sin embargo el suelo estaba resbaladizo que caí, fue vergonzoso y la peor parte es que también hice caer a Jungkook. Este tan solo rio, fue tan contagiosa su risa que yo también reí por mi torpeza.

-Disculpa, creo que mantendré seco la cocina mas seguido- comenté mientras aún reía. -no te preocupes- dijo para levantarse y ayudarme a mi también.

_

-Jungkook puedes ir yendo, yo te alcanzó después tengo que lavar los trastes- dije para recoger los platos de la mesa.

-adiós T/N, adiós Dory- dijo saliendo de mi casa.

Mientras lavaba los trastes recordé mi caída que sin darme cuenta estaba sonriendo por ello, la mirada de Jungkook en ese momento hizo que olvidará mi vergüenza, me sentí muy cómoda.

Al terminar de lavar entre a la habitación de Jungkook para escoger su ropa y llevársela. Y estilo sencillo y cómodo elegí pero cuando estaba por salir de su habitación note que su mesa había escrito unas notas, "discúlpame Jungkook soy muy curiosa" entonces me senté y comencé a leerlas.

*Pececito mi madre me confirmo de tu existencia, dijo que habían borrado nuestras memorias por nuestro bien*

*No estoy conforme con eso, me gustaría encontrarte, te he recordado mediante mis sueños pero aún no he podido ver bien tu rostro ni escuchar bien tu nombre*

*Lo único que puedo recordar es tu apodo también el que me diste y los momentos felices que compartimos juntos*

Estaba por leer la última nota pero fui interrumpida por una llamada así que deje esas notas ahí y salí de su habitación.

-Hola Suyeon- atendí a su llamada.

-T/N ¿puedo venir a tu casa?- preguntó desde la otra línea -No puedes- 

-¿por qué?- preguntó, en ese momento dije lo primero que se me vino a la mente -porque... no estoy en casa-

-bueno nos vemos más tarde- dijo Suyeon para finalizar la llamada.

Tome un abrigo y salí en dirección a la playa.

Las calles se veían tranquilas tal vez porque el invierno se acercaba y solo llegaban pocos turistas.

-Pececito- susurre recordando aquella nota, por mi mente pasó una idea loca “y si ese niño de mis sueños es Jungkook”. No, no lo creo aunque ese niño siempre estaba en el mar. Podría que ese niño sea nadador.

Entonces ya estaba en la playa solo había pocas personas, me acerqué a la roca y no vi a Jungkook, me senté a admirar el paisaje, una hermosa puesta de sol, gaviotas volando, colores espectaculares, cerré los ojos mientras mis manos se apoyaban de la roca en la que estaba sentada. Disfrutaba del momento, sentir las ráfagas de viento sobre mi rostro me refrescaba.

-Nunca había visto disfrutar a un humano de esa manera la playa- dijo Jungkook. –Viniste- dije para entregarle la ropa- ¿Te sientes mejor?- pregunté.

-Si estoy mucho mejor- respondió –Estuve conversando con amigo- agregó. –Algún otro pez- comenté.

-Otra criatura igual a mí- mencionó –bueno te espero en los bancos cerca de la playa- me paré y fui a sentarme en los bancos mencionados.

_

Jungkook ya estaba con la ropa puesta, así comenzamos nuestra caminata. Ya era de noche, llegamos al karaoke sin embargo cuando Suyeon nos vio llegar juntos me excuse diciendo que nos encontramos en la entrada del establecimiento.

Y lo que más temía sucedió, dentro de aquella cabina era todo un caos, mis compañeros de trabajo se embriagaron excepto Jungkook y Jongho, sabía que esto ocurriría porque hicieron lo mismo cuando ingresé al equipo.

Sentía pena ajena ya que Jongho apenas tiene 19 años y tener que ver este tipo de comportamiento de personas mayores, espero que nada vergonzoso suceda en frente de Jungkook.

-¡BULTAURONE! ¡FIRE!- cantaba más bien gritaba a todo pulmón Suyeon mientras sostenía el micrófono.

-¡SAY LALALALA!- creo que para la próxima vez no permitiré que Suyeon se pase de copas y Mark había salido hace un momento, sin embargo se ha tardado demasiado.

-¡T/N! ¡CANTA!- grito para extender el objeto pero lo rechace. –Jungkook saldré un momento ¿quieres ir?- pregunté –me quedaré creo que esto es divertido- respondió y salí de la cabina de karaoke.




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