Canciones de aquelarre: Duendes
La marca de los cinceles
Arde sobre la tez blanca
De un mármol, la arranca,
Creando siniestros corceles.
Ya tarde se marchan
Los duendes, les muerde
La niebla, sus pies se manchan
Con la densidad verde
De una noche sin magia.
La caballería se desboca
Sobre la ciudad y la pradera,
Ha vuéltose la falsa roca
En sustancia verdadera.
La densidad verde devora
A los pequeños artesanos.
No miran atrás, la aurora
Ya les vendrá a las manos.
Han ascendido una cima
Solitarios caballos galantes
Sin un asomo de esgrima
Ni de caballero errante.