|SEGUNDO CAPÍTULO|
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La Segunda Carta: Rechazo x Rechazo.
23 de enero, de 2021.
El inicio de nuestro penúltimo año escolar fue justo o más de lo que esperaba. Una guía de 20 ejercicios en Física, mapas conceptuales sobre los datos de 3 de los No Metales de la tabla periódica y gráficos sobre los datos en la información de la clase de Estadística.
Sin embargo, durante la jornada escolar (cuando puedo) vengo a la biblioteca, me siento frente al computador más lejano de la vista de la bibliotecaria y los que puedan estar... Justo la que está bajo la lámpara que no deja de apagarse cuando se le dé la gana. ¿Ya captaste cuál?
Fácil, la Computadora de los besos y manoseos.
Tuviste que haberte reído la primera vez que escuchaste que la computadora que tiene más fallas que el sistema Judicial de nuestros países, tuviera un nombre tan ridículo y original (lo admito) cómo ese. Porque, ¿En serio? La de los besos y manoseos... ¡Por favor!
Pero, debo aclarar que sí, sí vengo a sentarme en está computadora que fue bautizada por los adolescentes de la manera más extraña posible... Pero sola.
Y por eso me he ganado muchas, no, demasiadas miradas despectivas de las parejas que vienen, y se van enojadas de que yo les haya quitado el rincón seguro de besarse y yo que sé que más a escondidas de los demás. Y no hablo, sólo de los maestros, sino del resto de las personas también. La computadora de los besos y manoseos también es un rincón para que las parejas no sean vistas por los demás.
Los romances clandestinos, no es algo a lo que aspiro a tener y llevar con alguien... E irónicamente estoy escribiendo (sin modificaciones) lo que mi cerebro expulsa cuando se trata de escribir cartas (la mayoría sobre ti) y esconderme. Yo también escondo mi romance.
En las cartas me escondo tras el pseudónimo de «Ice Queen» y en la vida real... ¡Bingo! En la vida real ni siquiera notas mi existencia, y no es tan malo cómo lo era al principio, la costumbre de que no me hayas notado desde Cuarto o Quinto grado me facilitó el dolor de haber sido rechazada, de manera indirecta... ¿Verdad? Siendo la experta en sentir rechazo sigo sin entender si TÚ me rechazas de manera directa o indirecta.
¡Rayos! Justo cómo dice la canción de Britney: «¡Oops! Lo hice otra vez». Otra vez me quedé sin espacio para terminar de escribir lo que tenía que liberar en palabras, y en vista de que no tengo otra página en estos momentos, tendré que utilizar el siguiente lado.