Memoria Programada

Capítulo 1

Se quien eres

No recuerdo mucho, pero estoy casi seguro de que esto no es nada parecido a mi vida, así que no entiendo que está pasando, por qué luce tan diferente, tan triste, incluso su expresión me parece que está aún más sorprendida que la que pueda tener yo.

- Yo, solo necesitaba tenerte aquí, conmigo - Le escuche decir, parecía estar a punto de llorar - No podía dejar que terminará así... - termino de pronunciar antes de acercarse a mí.

* * *

El sudor en mi frente fue lo primero que sentí, la luz que se colaba de entre mis cortinas me indicaba que no era demasiado tarde pero tampoco demasiado temprano, sin embargo, algo estaba mal, mi cuerpo pesaba más que de costumbre, incluso intentar mover los dedos de mis manos costaba. - ¿Debería visitar a un médico? - pensé antes de poder sentir mi mano alzarse por debajo de las sabanas. - Supongo que no - dije para mi mismo.

A pesar de la extraña sensación presente en mi cuerpo tuve que darme prisa para llegar a tiempo al trabajo, había tenido dos retrasos está semana, mi mejor amiga me había ayudado a cubrirme, pero no podía contar con ella todo el tiempo. Una ducha, el desayuno a penas suficiente y el tráfico de coches y de gente también, todo tan cotidiano que ni siquiera me molestaba a estas alturas. Cuando recién me mude sentía que todo se trataba de un mundo completamente diferente, las calles parecían tremendamente transitadas, luces por todos lados y los balbuceos y gritos de la gente me incomodaban, en esos momentos solo rogaba por llegar a casa. Mi mejor amiga fue un pilar importante, ella me ayudo a conseguir mi actual trabajo y me mostro como debía moverme en la ciudad, después de un tiempo supongo que te terminas acostumbrado a todo.

- Pensé que estarías a nada de llamar pidiéndome que te cubriera - escuché decir a mis espaldas, sin dudar supe que se trataba de ella.

- Esta vez no, no puedo seguir esperando que tú me resuelvas las cosas - bromee con ella.

Esta chica tenía algo especial, siempre que estaba con ella parecía que tenía conmigo un amuleto de buena suerte, gracias a ella pude conseguir mi apartamento, mi trabajo, mis amigos, es como si ella existiera en mi vida para brindarme todo y yo solo debo aceptarlo.

- Recuerda que hoy es el cumpleaños del director, todos debemos asistir - me dijo de camino a la oficina.

- Lo recuerdo, aunque no entiendo porque el querría festejar con los del trabajo teniendo a su familia y amigos - mencione adelantando el paso para entrar a mi oficina.

- Supongo que solo busca quedar bien, recuerda que las relaciones son importantes y también la apariencia - dijo parándose un momento en la puerta. - Te veo a la salida, no te hagas tonto hoy - logre ver que tenía una amplia sonrisa en el rostro.

En ocasiones solía bromear conmigo y sentía que su trato era como el de una hermana mayor lo cual no me parecía nada molesto porque si, ella era como mi hermana mayor cuidándome todo el tiempo.

Las jornadas laborales por lo general pasaban tranquilas y un poco lentas, mi trabajo estaba destinado a la ciberseguridad, pero con tantos filtros y limites usados en la empresa, era complicado que algo realmente grave pasara, por lo general solo debía revisar pequeños cambios, que los códigos funcionaran adecuadamente y nada más. Lo divertido del trabajo era que realmente no trabajaba, más bien pasaba tiempo con mis compañeros y colegas.

- ¿Entonces ella estuvo de nuevo aquí? - Dijo alguien en el comedor.

- Te lo digo, estoy seguro de que próximamente ella trabajará aquí - Hablaban de una chica que recién había asistido a una conferencia con los de nuestra empresa.

- Eso quieres tú, ella ya debe tener un buen trabajo. Solo la quieres porque es bastante linda - todos se rieron.

Lo cierto era que la chica si parecía bastante linda pero la empresa de la que procedía era al menos dos veces mejor que la nuestra. Aunque cuando la conocí tuve una de esas sensaciones en donde crees que has visto a esa persona antes pero no sabes de donde o si quizás la confundes, la verdad es que no recuerdo hablar con ella nunca y su nombre no está a la vista entre mis pensamientos.

Siendo honesto, muchos de mis pensamientos no están completamente en orden o claros, en ocasiones no puedo retroceder tanto en mi vida porque todo se encuentra difuso y ajeno. He leído que algunas personas sufren de amnesia por haber vivido traumas y por ello ciertos pensamientos o etapas de su vida se llegan a borrar de su memoria, aunque no estoy seguro de haber sufrido algo como eso.

- ¿Estás listo para irnos? - Mi mejor amiga estaba parada en el marco de la puerta.

- La verdad es que no - Le dije de forma divertida mientras comenzaba a recoger mis cosas. Ella sabía que hablaba enserio pero que de igual forma iría. Las cenas y salidas con amigos no se sentían mucho como lo mío, me parecían bastante pretenciosas y en cierto punto aburridas, pero ella siempre me invitaba porque quería que yo también formara parte de ese círculo.

* * *

- En serio señor, usted trabaja sin parar, debe descasar más a menudo - Dijo un chico mientras le servía un poco de alcohol al director. En todas las cenas con grandes ejecutivos los comentarios adulatorios no dejaban de presentarse, lo cual me parecía normal pero bastante pretencioso. Hasta el momento todo se lleva tranquilo, recién comenzaba la ronda para beber y todos parecía energéticos y hablaban sin parar, mi participación se limitaba en reír, asentir y beber.



#597 en Thriller
#234 en Suspenso
#5313 en Novela romántica

En el texto hay: obsesion, cienciaficcion, darkromance

Editado: 07.05.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.