Memoria Programada

Capítulo 6

Memoria perdida

- Por favor, detente – la voz jadeante de aquel chico resonó en todo el lugar – Ni siquiera te conozco.

- Yo tampoco te conozco, pero sé que te aprovechaste de algo mío. Así que deberías aprender a respetar la propiedad de los demás – dije acercándome lentamente – Ella es mía, pero es demasiado tarde ahora, aquel día me pusiste furioso

El temblor en el cuerpo del chico era demasiado obvio, el pobre no podía controlarse. En su mirada solo existía miedo, dolor, sufrimiento, confusión. Todas aquellas emociones que solo un hombre en toda esa ciudad disfrutaba ver.

* * *

Con el paso de los días comenzó a volverse rutina ir a donde Isabella para cuidarla, consolarla y mirarla en ese estado tan vulnerable. Ya había superado bastante la pérdida de su “amigo”, pero con las palabras adecuadas podía hacerla sufrir por él como la primera vez.

He pensado un poco sobre el por qué siento satisfacción al verla en ese estado. Antes ya he visto a personas llorar o sufrir por algún motivo, pero nunca sentí el mismo tipo de fijación. Incluso cosas como consolar o dar consejos no suelen ser lo mío, no soy bueno con las palabras o las acciones de ese tipo. Meditarlo por tanto tiempo me hizo notar que quizás solo tenga que ver con la belleza de Isabella, es algo tonto o superficial, pero ella luce tan bonita. Hay personas que cuando lloran se hinchan o incluso la cara o los ojos se deforman o se ponen completamente colorados o incluso moquean mucho y resulta incómodo acercarse, pero ella no, es como si una sensación de estar lleno ingresará en mi sistema indicándome que es todo lo que necesito. Y hasta hoy día es todo lo que he necesitado.

- Mañana volveré, así que no te preocupes

- Lo siento Kai, debes tener más cosas que hacer – me decía Isabella mientras me acompañaba a la salida de su edificio

- Para nada, yo estoy totalmente para ti y lo que necesites – la detuve antes de que bajará el último escalón de su edificio – deberías volver adentro, es tarde – ella solo asintió, pero antes de que pudiera girarme para seguir mi camino ella se acercó y recibí un abrazo de su parte.

La sensación era del todo cálida, la fragancia de su cabello me lleno por completo, el espacio que su cuello y hombro me brindaron se sentía perfecto para mí. Sus brazos cálidos, colocados por encima de mis hombros. Ella había quedado un poco más alta que yo por ese escalón, asi que cuando levanté mis manos para devolverle el abrazo, estos quedaron justo a la altura de su cintura, y solo pude apretar su cuerpo más hacia el mío.

- No sé qué haría sin ti – la dulce voz de Isabella me envolvió y resonó en mi cabeza una y otra vez. Todo el ambiente era perfecto, ella estaba siendo perfecta.

- Yo no sería nada sin ti – Una parte de mi sabía que era momento de soltarla, pero no encontraba la fuerza suficiente para soltar mi agarre, era como si toda la fuerza de mi cuerpo me hubiera dejado atrás. Sentir el aroma, recordar una y mil veces más las palabras de Isabella me hacían sentir lleno, completo.

Hasta que la felicidad se esfumo, la fuerza volvió a mi e Isabella simplemente se alejó y yo también. Fue extraño, aún no quería irme, pero fueron movimientos automáticos por parte de ambos. Ambos nos marchamos, no dijimos más, no nos miramos más y yo llegue a casa sintiendo que toda la energía de mi cuerpo se esfumaba.

A la mañana siguiente en cuanto abrí los ojos tuve la sensación de que debía hacer algo, cumplir con algo, pero mi cabeza no me permitió recordar que era con exactitud.

- Me parece un milagro que llegues tan temprano y puntual a trabajar Kai

- Desperté temprano y ya no pude conciliar el sueño – dije torpemente a Amanda

- Pues me da gusto verte, estos últimos días parecía que algo te preocupaba – me dijo analizándome por completo – Incluso creo que bajaste de peso, ¿está todo bien? - parecía preocupada.

- Si, todo está bien, es solo que... – me toque un poco la nuca – no recuerdo mucho sobre lo que hice estos días – Amanda me miro un tanto alarmada

- ¿No tienes recuerdos de los días pasados? – Pregunto y solo pude negar con la cabeza. Ella me tomo por el brazo y me llevo a un lugar un poco apartado – Kai ¿has estado tomando tu medicación?

¿Medicación? ¿de qué habla? Solo pude negarme

- Kai, sabes que no debes dejarla, es muy importante – dijo un poco histérica mientras buscaba en su bolso – Incluso tu madre me advirtió sobre lo importante que es – me extendió un bote lleno de pastillas – Recuerda, es una cada noche, no debes dejarla y si sientes cualquier mínima cosa extraña, debes decírmelo ¿entendido?

Solo acepte y tome las pastillas. No recuerdo tomar medicación en ningún momento, si mi madre le pidió específicamente a Amanda que cuidara ese aspecto de mí, debo tener esta medicación desde hace una década, pero en mis memorias no se encuentra el comprar el medicamento o tomarlo antes de dormir.

- ¿Desde cuándo tomó esto? – pregunte mirando el bote y sintiéndome completamente fuera de mí

- Supongo que estás un poco peor de lo que pensé. Salgamos hoy después del trabajo ¿de acuerdo? – Pude sentir la calidez en el suave toque de Amanda en mi hombro – Te buscaré en la salida.



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En el texto hay: obsesion, cienciaficcion, darkromance

Editado: 12.06.2025

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