Memoria Programada

Capítulo 7

¿Quién eres tú?

La rutina volvió y estaba siendo consiente de ello, después de hablar con Amanda y de tomar el medicamento comencé a sentir que los recuerdos se registraban en mi memoria, algunos recuerdos que creía perdidos o inexistentes regresaban a mí de uno en uno, recuerdos de mi infancia volvieron e incluso pequeños momentos que llegué a compartir con Amy florecieron en mi cabeza.

Me sentía bien, tranquilo e incluso diferente, fue como si la mayoría de mis preocupaciones se hubieran alejado y de nuevo sentí esa conexión con Amy. Cada día después del trabajo solíamos salir juntos, a veces íbamos a comer algo, en otras ocasiones ella me llevaba a mi casa e incluso el último fin de semana habíamos salido al cine. No estoy seguro de si estas eran cosas habituales que compartía con ella, pero se sentía bien, al final de todo Amy era la persona que mejor me entendía en este mundo.

- Creo que podríamos ir a una cafetería de aquí cerca, Sherry dijo que era muy bonita y las bebidas son bastante buenas – Amanda y yo habíamos acordado ir a tomar un café y platicar un rato sobre cualquier tontería

El clima era fantástico, demasiado fresco y vivo, podías observar todo el alrededor lleno de flores y matices radiantes. La cafetería que mencionaba Amanda no me sonaba del todo, lo cual estaba resultando extraño, pues mientras caminábamos los edificios alrededor me parecían demasiado familiares. No quise darle importancia, quizás si había estado por ahí, pero no había sido nada importante y por eso no podía recordarlo.

Asi lo creía hasta que dimos vuelta en la esquina.

- Ahí esta – me dijo Amanda, señalando un pequeño negocio con ventanas grandes por las que podías ver hacia dentro.

Una especie de corriente eléctrica me tenso el cuerpo. Yo recordaba ese lugar, había pasado por aquí e incluso había entrado y tomado algo. Amanda noto que algo pasaba, pues me quede parado en el mismo lugar por un breve momento.

- ¿Estas bien? – me pregunto confundida

- Todo bien, solo... – Una imagen llego a mí, me vi dentro del lugar con alguien – Solo me mare un poco – terminé de decirle. Sentí que necesitaba recordar, obtener esa memoria antes de poder decirle algo a ella, no quería que volviera a preocuparse por mi o pensara que no estaba tomando el medicamento.

Nos acercamos al lugar y antes de entrar otra imagen llego a mi cabeza, alguien, una mujer saludándome desde adentro, levantando su mano. Por más que lo intentaba no podía reconocer quien era, todo estaba difuso y la cara de aquella chica no se me permitía observarla.

Al entrar y ver la carta de la cafetería pude estar seguro, ya había estado ahí antes. Todo me resultaba demasiado familiar para ser solo una coincidencia o un falso recuerdo.

- Iré un momento al sanitario, no tardo – Amanda se levantó de su asiento y no espero a que yo le respondiera o dijera algo.

Comencé a mirar con más atención el interior de la cafetería y una mesa me pareció reconocible por alguna razón. Todas era exactamente iguales, pero pensé que quizás si me acercaba y sentaba podía recordar mejor lo que sea que estuviera viendo como un recuerdo.

Me resultaba extraño todo esto, no era como si no recordará nada de mi vida o algo parecido, pero tenía una sensación rara, se sentía como si hubiera estado en piloto automático todo este tiempo y nada se hubiera guardado en mi memoria. Olvidar cosas o no recordarlas se sentía peor de lo que podría ser para los demás, es por eso que justo ahora quería retomar un poco del control de mis memorias y recordar cuanto más pudiese.

Observando el lugar note que solo había una pareja que estaban sentados al otro lado del lugar, quizás podrían verme, pero no iba a molestarlos si me sentaba en otra mesa por un segundo.

Me levante y me dirigí a aquella mesa, primero me acomode en un costado, pero no pude recibir ninguna otra imagen y la sensación no se sentía para nada cómoda. Asi que me coloque al otro lado y apenas me acomode sentí de nuevo aquella corriente, una imagen llego a mí de nuevo, una chica de cabello largo y bastante bien peinado, con lo que parecía unos labios carnosos y con un poco de tinta roja sobre ellos. Podía verla reír, hablar conmigo y tuve la sensación de que su voz era dulce. Antes de que pudiera recordar algo más, alguien entro al lugar haciendo sonar la campana de la entrada.

Regrese en mí y al no obtener más señales o imágenes decidí volver a mi asiento antes de que Amanda volviera del sanitario. Lo cual ocurrió en el momento justo, pues ella se acercó poco después.

El resto de la tarde-noche Amanda y yo nos mantuvimos platicando sobre nosotros y el trabajo. Comencé a pensar en la posibilidad de contarle sobre aquel posible recuerdo que estaba volviendo a mí. Al inicio me negué porque creía que sería un problema para ella, pero analizando puede que no se tratara de algo malo, puede que incluso eso la alegrara, el recordar, podría ser una señal de que la medicación me estaba ayudando más de lo que quizás alguna vez hizo o algo parecido. Pero antes de hablar Amanda recibió una llamada.

- De acuerdo, entonces deme unos minutos para revisarlo y le devuelvo la llamada – Amanda corto y me miro – Lo siento Kai, creo que tendré que irme primero

Dentro de esas palabras no había nada extraño, pero por alguna razón se sintieron familiares, toda la situación de la llamada y el tener que irse me trajo de nuevo el recuerdo de esa chica, que aún era desconocida para mi pues no podía ver bien su rostro.




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