Memoria Programada

Capítulo 12

Distorsiones

El tiempo siguió avanzando, pasaron al menos dos meses desde que tuvimos ese pequeño episodio Amanda y yo, después de eso ya no quiso dejarme solo ni un solo momento, me ayudaba a recordar mis deberes, el tomarme mi medicamento antes de dormir. Aun no diría que vivimos juntos oficialmente, ya que ella todo el tiempo me pide acompañarla a su casa por más ropa o cosas que necesita, pero sin ninguna falta ambos dormimos juntos. Incluso salimos a comer o pasar el tiempo solos o con amigos.

Es extraño, nunca imagine estar de pareja con ella. Todos solían decirme lo bonita que era, inteligente, con una actitud propia, defendiendo siempre sus puntos de vista y lo que le importa, es alguien demasiado imponente pero que al mismo tiempo se muestra abierta a escuchar a todos.

Estando ahora con ella le he prestado más atención como mujer, he notado algunos de sus aspectos y atributos físicos y sin duda es demasiado atractiva. Todo en ella encaja perfectamente, su pelo negro, largo y ondulado, pero siempre bien peinado, su cuerpo delgado pero acentuado con todas esas curvas. Noté que también tiene manos lindas, delgadas y pequeñas, son mucho más diminutas que las mías, a veces ella quiere que nos tomemos de la mano y caminemos juntos o solo estemos ahí sujetados, al inicio me desagradaba un poco, pero note lo cálida y cómoda que puede ser. Me gusta eso.

También pude darme cuenta que está llena de lunares, los tiene en todo el cuerpo, existen tres en especial que cuando los noté no pude dejar de mirarlos o buscarlos: uno se encuentra en su pecho; en una ocasión uso una blusa con demasiado escote y pude visualizarlo casi enseguida. El segundo se encuentra cerca de sus labios, casi en la orilla del labio inferior; una noche Amy quiso tomar y se puso bastante ebria, asi que cuando se quedó dormida y yo me quede junto a ella, por alguna razón esa noche yo volví a sentir ese deseo de besarla, asi que no podía dejar de mirar sus labios, fue ahí cuando lo note. El tercero se encuentra justo debajo de sus ojos, del lado izquierdo; el momento en cuanto lo vi me disgusto, no porque sea grande o feo o tenga algo en particular, es solo que... no me agrado ver a los ojos a Amy. Tiene ojos lindos, un poco rasgados y con una forma un tanto ovalada, no son grandes, en realidad diría que tiene una mirada pequeña, como de un felino. Diría que hasta ahí no me molesta para nada y los considero lindos, pero el color de sus ojos, es de un color bastante claro, diría que azulados. Muchos los encuentran lindos y todo el tiempo le dan cumplidos al respecto, pero de alguna forma a mí me hacen sentir incomodo, es como si no fueran o no pertenecieran a ella. Todo encaja bien en ella, todo, excepto el color de sus ojos. Es gracioso, puedo platicar con ella, pasar tiempo con ella y no tener problema al mirarla, pero si sostengo por mucho tiempo la mirada con la de ella, se siente raro, me hace sentir que deje de hablar con Amy y estoy hablando con alguien más.

- Kai, ¿qué te parece salir esta noche a cenar? – Amy llegó a mí con una sonrisa de par en par, sujetando mí brazo para acomodarse a mí lado - Una compañera me hablo de un lugar bastante elegante y rico, podríamos ir y pasar un buen rato juntos

- Esta bien, ¿hoy terminas temprano?

- Si, ya solo debo enviar unos correos, pero sabes que no me demoro

- Bien, entonces te veo en el piso de abajo ¿está bien?

- Esta perfecto – me dijo de forma emocionada, se notaba el brillo en su cara – entonces en un rato te veo amor – pronuncio mientras se alejaba

Ahora ya no me sentía tan extraño con esas palabras viniendo de ella, diría que más bien se habían tornado como parte de una costumbre o hábito. Una parte de mí decía que aún no podía considerarla mi pareja, pero, por otro lado, el lado razonable, me hacía saber que sin ninguna duda ya éramos una pareja. Ella siempre lucía contenta y feliz a mi alrededor, todo el tiempo iniciando actividades o buscando lugares para visitar juntos. Sin ninguna duda ella si me trataba como su pareja todo el tiempo.

La primera vez que me dijo un apodo en la oficina yo me sentí expuesto, recuerdo que lo dijo en el comedor, fue demasiado vergonzoso para mí, creí que todos nos miraban, que todos hablaría de nosotros y comenzarían a preguntar o quizás burlarse de nosotros, pero cuando me gire y mire a mi alrededor me di cuenta de que nadie dijo nada, todos seguían hablando y comiendo como si nada, como si no fuera extraño lo que había pasado. Después de eso decidí hablar con un amigo, preguntarle un poco acerca de que sabía de Amy y yo.

- ¿Tu qué opinas de Amy y yo? - decidí lanzar al aire para esperar la respuesta de mi compañero

- ¿Por qué lo preguntas?, ¿vas a presumirme tu relación? – me dijo de forma irónica y un poco molesta, como si estuviera harto

¿Mi relación?, ¿entonces él sabe que somos pareja?

- No quiero presumir nada, solo quiero saber cómo nos perciben los demás – el me miró confuso y un poco molesto por mi insistencia

- No sé porque preguntas, a ti realmente parece que te hace sentir muy orgulloso estar con ella y que te digan lo bien que se ven juntos – me quedé sorprendido con su respuesta. Me había quedado callado, pensando en ello un par de segundos, por lo que él continúo hablando – Cuando ustedes comenzaron a salir a nadie realmente le sorprendió sabes, fue como si todo el mundo supiéramos que en algún momento se daría, pero tú amigo, tú cambiaste tanto alrededor de ella, todo el tiempo estabas a su lado y en cada minuto que podías hablabas tanto de ella y su relación, no parabas como un perico. Quiero decir, es tu novia después de todo, pero eres tan devoto a ella, pareces demasiado orgulloso de finalmente tenerla a tu lado.




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