Amanda
- Kai debes dejar de hacer esto por favor... ya no lo soporto
- Pero yo no soporto estar sin ti...
* * *
Habían pasado ya dos semanas desde que había dejado de hablar con Amanda y asistiera al trabajo, a pesar de mis inasistencias nadie me notificaba sobre estar despedido y de alguna forma seguían depositando mi sueldo, lo cual no me molestaba, pero de cierta forma se sentía incorrecto seguir aceptando dinero que ya no me pertenecía.
Después de que Amanda había dejado mi casa no recibí más mensajes de ella, el último fue donde menciono que me había tomado el día libre en el trabajo para evitarme problemas
¿Lo seguirá haciendo aún ahora?
Durante estos días continúe con mi rutina de seguir a Isabella, pero ella parecía seguir su misma rutina junto con sus amigos, ni una sola oportunidad había encontrado para hablar con ella y si bien ya no me molestaba como los primeros días, estaba siendo un poco demasiado. De alguna forma me hacía replantearme si mi decisión de elegirla había sido la adecuada.
- No estoy segura, yo creo que ese tipo aún sigue rondando por aquí – alguien estaba hablando detrás de mí y la voz me pareció conocida.
Me encontraba haciendo compras en el mini mercado cerca del trabajo de Isabella. Ahora no solo me quedaba a esperarla en su fin de turno, sino que me quedaba durante todo su turno seguido con la esperanza de que algún día saliera temprano o tuviera recados que hacer... aunque hasta ahora no había tenido suerte.
- Es demasiado intimidante ¿no crees?, ya lleva así bastante tiempo y Bella parece muy asustada – ambas chicas asintieron
¿Estaban hablando de mi Isabella?... y ¿de mí?
- Lo sé, al inicio no podía creerle, pero ese tipo realmente es muy insistente
- ¿Verdad? – una de las chicas habló con demasiada energía – Seguramente yo no podría acosar a alguien ni por un día completo, sería muy aburrido
- No digas esas cosas, tonta – la otra chica la golpeo - ¿No ves dónde estamos? – menciono señalando la gente alrededor - diciendo cosas así podrían malinterpretarte
Después de comprar un par de artículos ambas salieron y fui tras de ellas, no planeaba hacerles nada, solo quería asegurarme que estaban hablando de la misma Bella que yo conozco. Mi sorpresa no fue tanta al notar que entraban al mismo edificio que Isabella ya que solo confirmaban mis sospechas, hablaban de su amiga y también... hablaban de mí
¿Acosándola?, por supuesto que no – me dije irónicamente – jamás la he acosado, únicamente quiero hablar con ella, soy su amigo, puede que más que su amigo solo que ella no parece recordarme justo ahora, pero ella no debería temerme, aunque... ¿por qué ella me teme?, ¿ella realmente no me recuerda? – me sentía confundido – la última vez que la vi fue cuando a quienes creí sus vecinos me dejaron dormir en su casa... espera, ese día – las imágenes se encontraban confusas en mi cabeza - ¿qué paso ese día?, recuerdo salir de la casa de aquellos viejos, pero entonces Isabella me mostro que nadie vivía allí, y después por alguna razón yo sentí que me desmayaba y ella... – me sorprendí mucho al recordarlo – la pude reconocer, ese día dije su nombre y vi su rostro, pero ella no me recordaba, solo me ayudo por amabilidad, pero después de eso ¿qué paso?, ¿por qué no hable con ella en ese momento?
Intentaba recordar lo que había pasado después de recordarla, pero no había nada, era como si el resto del momento no existiría, ni siquiera recuerdo haberme ido de allí o dirigirme al trabajo, no hay nada en mi cabeza, ¿por qué?
Había pasado tanto tiempo intentando unir piezas, recolectar o unir recuerdos que para cuando note ya era momento de que Isabella saliera, sin embargo, algo se sentía extraño, los días pasados cuando me encontraba esperando nadie parecía notarme, pero ahora ¿por qué parecía que todos me estaban mirando fijamente?, no era una mirada normal, no era de curiosidad, se sentía como si supieran quien era yo o que hacía ahí, eran miradas intimidantes, que infringían miedo. Decidí ignorarlas, nadie de ellos me conocía, nadie sabía nada de mí... debía –deseaba- que solo fuera mi cabeza haciéndome imaginar cosas.
Isabella finalmente había salido y de nuevo se dirigió con sus amigos quienes siempre se reunían para esperarse mutuamente. Conocía la rutina, ahora que estaban todos comenzarían a moverse y lo primero en hacer sería ir a comer, pero parecía haber cambiado eso, nadie se movía, nadie caminaba
¿Por qué?
De forma totalmente inesperada Isabella se alejó de sus amigos y parecía caminar directamente hacía mí, mire detrás de mí, poniendo en duda que yo fuera el motivo, la persona a la que se dirigía, pero detrás de mí no había nadie más
¿Realmente viene hacia mí?
Comencé a sentir la emoción recorrer mi cuerpo y en cuanto sus ojos se fijaron en los míos pude sentir aquella sensación eléctrica recorrerme por completo, como aquella primera vez que la vi en la cena del director.
- No sé quién seas, pero esto debe parar – me dijo en cuanto llego a estar cerca de mí. Sus palabras se sentían a la defensiva
- ¿Perdón? – no sabía que más decir
- No soy solo yo, todos te hemos visto seguirme y ya es suficiente – me dijo con voz firme