Me he dado cuenta que soy una persona que siente y muchísimo, con apenas una canción puedo sentir como se me acelera el corazón y es como si mi cabeza se abrigara, como si fuera algo seguro. Y lo mismo me pasa con un buen libro, cuando estoy con personas que considero mis amigas cercanas... Y puedo bajar la guardia, calmar todo y es como dejarme llevar con la marea, no tengo que preocuparme por nada, y puedo ser yo, ser feliz sin que me cuestionen mi sonrisa.
Lo raro es cuando conozco a alguien, todo eso se apaga y entonces... No siento nada.
No me gusta no sentir nada, pero no puedo controlarlo, y esa frialdad se convierte en un alivio, algo que parecía calmarme, pero solo es un lugar hipócrita al que huyó siempre y regreso a los brazos de la soledad
Y tal vez ese es el motivo por el cual he herido a tantas personas... A veces tenemos miedo y nos protegemos tanto de ese miedo que no nos damos cuenta de cómo nosotros causamos tanto caos con la excusa de "protección".
Tal vez no tengo derecho a llorar por esto.
Y me doy cuenta de que tal vez no me gusta estar sola como siempre creí, porque se que cuando estoy por tocar el suelo me aferro a personas que tal vez ni siquiera son mis amigos.
Pero no importa, el tal vez no existe.
Tal vez no soy esa chica segura que aparenta serlo, y esa "seguridad" son las barreras que puse entre el mundo y yo... Y ahora estoy atrapada sin saber cómo trepar para huir de mi misma.
#6466 en Novela romántica
#1637 en Chick lit
#2936 en Otros
#763 en Relatos cortos
Editado: 25.08.2025