Memorias de Antaño

Te Deseo Hasta Que Me Sangre el Alma.

Lo que pasó fue que, sin querer, nos volvimos cercanos, y sin pensarlo, me encariñé contigo.
Después de una larga charla, me di cuenta de que siempre quise a alguien como tú en mi vida.
Porque, en serio, tienes un gran corazón, y lo entregas todo por quienes no lo merecen.
Te desvives, sin dudarlo, por quienes ni siquiera notan tus sentimientos.
Y tus sentimientos… son lo más hermoso que he visto.

Y no fue solo una noche en la que me desvelé pensando en qué habría pasado
si yo te hubiera escrito antes que él, si te hubiera conocido antes.
Me pregunto si habría sido yo quien rozara tus labios con un beso,
quien, en este mismo instante, pudiera decirte que te ama.

No fue solo una noche en la que me desvelé pensando en cómo sería mi vida si fueras mía.
Me pregunto si sería yo quien tocara tus piernas, tan bellas,
porque mataría por sentir el tacto de tu piel,
por recorrer con mis dedos el mapa de tu cuerpo,
por besar esos labios que me han tentado más de una vez,
por pasar la punta de mi lengua sobre ellos con deseo.

Me pregunto si sería yo quien apoyara su cabeza en tu pecho,
ese escote que parece tan cómodo, tan perfecto
para refugiarme de los días más agotadores.

Porque juro que estoy enamorado de ti, de tu alma, de tu cuerpo.
Yo sería quien daría todo por sentir tus manos sobre mi piel,
por suspirar contigo entre caricias,
por besarte con la pasión que solo tú despiertas.

Anhelo que llegue el momento en el que nuestras pieles se encuentren,
que mis manos acaricien tus caderas y te acerquen a mí
como si el universo solo existiera entre nosotros.
Deseo bajar lentamente mis manos por tu espalda,
desabrochar con ternura lo que te cubre,
y tomar tus pechos con devoción,
como quien sostiene un tesoro sagrado.
Porque me haría esclavo de tu cuerpo, de tu ser entero.

Sueño con besarte el cuello,
con recorrerlo hasta que tu piel se erice,
con quitarte la ropa no por lujuria, sino por arte,
para contemplar con respeto y deseo tu belleza desnuda,
como si fueras una obra celestial que se me ha permitido tocar.

Deseo que llegue el día en que te recuestes sobre mí
y tomes el control de todo mi ser.
Espero el instante en que pueda besarte completa,
adorar cada rincón de tu cuerpo con el cuidado que merece.

Anhelo que tus ojos solo me miren a mí,
que pueda perderme en ese café profundo, color miel,
que tu mirada me encierre para siempre en su luz.
Sueño con besar tu frente y decirte cuánto te amo.
Imagino recostarme en tus piernas mientras acaricias mi cabello,
y después ser yo quien juegue con tus rizos como si fueran hilos de oro.

Quiero tomar tu mano y caminar por la ciudad sin rumbo,
como si el mundo fuera nuestro y no hiciera falta más.

Porque si tú quieres llegar a la luna,
yo seré el conductor de tus sueños.
Puedes desgarrar mi corazón, morder mis labios si eso te da paz,
porque yo seré el fuego que te abrigue en los días fríos,
y el frescor que alivie tus horas de calor.
Seré lo que necesites, si eso te hace feliz.
Tu vida y tu muerte, tu aire, tu refugio.

Solo déjame entrar en tu corazón…
y mostrarte, sin miedo, todo lo que soy.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.