Memorias de Antaño

Memorias de Antaño.

¿Recuerdas cuando fuimos pequeños? Cuando todo parecía fácil, cuando soñábamos con ser adultos solo para tener dinero y así comprar todos esos juguetes que nuestros padres no podían regalarnos entonces.

Lloro al recordar que ya no puedo ser igual de feliz que en aquel tiempo. Pero también lloro al saber que no hay vuelta atrás, que sigo creciendo, y que con cada año me doy un golpe más fuerte de realidad. Juré que a esta edad sería exitoso… pero no pude. Me quedé atrapado en un estado de depresión del que no supe cómo salir.

Y sabes qué… a pesar de que la mitad de mi vida no fue buena, amo recordar que hubo un momento donde fui plenamente feliz. Un momento en el que nada estaba mal. A veces, desearía que mis amigos de infancia estuvieran aquí, para poder jugar con ellos una vez más.

Recuerdo que éramos un grupo enorme, al que no le bastaba con hacer solo una travesura. Me siento feliz al recordar aquellas tardes jugando, a veces compartiendo las frutas que crecían donde vivo. Esos momentos tan hermosos donde reíamos mientras comíamos guabas dulces, mangos verdes con sal, o cañas con un sabor tan dulce como la miel.

Recuerdo las tardes de béisbol, cuando esperábamos con ansias nuestro turno al bate. Cómo me gustaría regresar a esos días en los que podía robarme segunda base, cuando la adrenalina recorría mi cuerpo porque el partido estaba empatado, y me tocaba batear. Era anotar… o perder. Dos strikes, el corazón acelerado, ahora o nunca… y entonces, le daba a la bola. Corría. Llegaba a segunda. Y mi amigo, con un golpe certero, me traía a casa. ¡Ganábamos!

Dios mío… fui tan feliz. Sí, muy feliz.

También recuerdo jugar y reír bajo la lluvia. Cada partido de fútbol era eterno, sin tiempo definido. Jugábamos hasta que la luz del sol desaparecía. Sin importar si llovía, nosotros estábamos ahí, en el campo. Recuerdo gritar de emoción al barrerme para recuperar el balón, mientras el agua crecía formando riachuelos a nuestros pies.

Tengo tantos recuerdos que me gustaría contar… tantas historias guardadas en esta vida mía, que justo ahora me doy cuenta: todavía puedo contarlas.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.