Memorias de Antaño

Nada.

Constantemente espero la muerte.
A veces incluso la busco,
como si en ella hubiera alivio.
Estoy al borde de ya no seguir,
pero entonces regresan memorias:
quién fui, quién seré, cómo continuar.

A veces me aturden las palabras de la gente.
No entienden que mis corazonadas se cumplen,
y cuando desconfío es porque algo se oculta.
Incomprendido en lo que cuento,
pero siempre dispuesto a comprender
a los que se dicen cuerdos.

Ya ni siquiera corrijo lo que escribo.
Me gusta que salga así:
con faltas, con rabia, con caos,
con menos coherencia que antes.
Estoy cegado por el odio que digo dejar,
pero siempre vuelve.

La basura al basurero.
Y lo limpio, que brille en las calles de mi pueblo.
La oscuridad para quienes piensan en sombras,
y la luz, para los que caminan derecho.
No sé de historia, ni de matemáticas.
Solo sé que mi muerte se acerca,
y yo la espero como quien espera una buena noticia.

Mi corazón, a veces lleno de avaricia,
también necesita ternura.
Pero lograr eso…
es como querer caminar hasta la luna
cruzando montañas de basura.

Mi pensamiento es absurdo,
porque no sigo reglas.
Mi conducta, errática.
Y ni siquiera me molesta.
Lo que sí me molesta son las críticas,
los juicios de quienes no me conocen.

Yo, en cambio, los conozco a ellos.
Y te cuento que lo poco que dije
son apenas momentos rotos,
donde no sabía qué hacer.

A veces escribo con el alma en llamas,
dejando que grite lo que no se puede decir.
Y a veces, nacen textos tan fríos
que podrían congelarte el alma.
Vuelvo a casa, regreso al cuarto,
y pienso:
¿hablo con Dios, o me convierto en Lucifer?

Tengo historias para contarte por montones.
Mis experiencias son tan malas
que aprendí a hacer chistes con ellas.
Comprendo ciertas partes de este mundo,
pero desconozco todo lo que está fuera del mío.
No soy el más cuerdo de mi familia,
ni de mis amigos.
Sé que si no sigo la línea,
el mundo puede acabar conmigo.

Disfruté mi niñez.
Odié mi adolescencia.
Repudié el momento en que me volví adulto.
Y ahora… amo y odio este ser que soy:
joven, roto, real.
Mataría por estar con vos,
pero vos no sos lo que yo quiero.
Si lo fueras, no sentiría tanta inseguridad.

Temo ser juzgado, otra vez.
Pero tal vez me lo merezco:
por no hacer caso,
por errar tantas veces,
por decir que estoy seguro
y luego no hacer nada.

Soy sincero.
Soy una basura.
Soy inestable.
Siempre buscando un beneficio propio,
y no sé si eso es mi maldición o mi don.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.