Memorias de Antaño

Ojalá.

Querida,

Ojalá ya no pueda verte, para dejar de recordarte.
Ojalá no volver a encontrarte, para dejar de soñarte.
Ojalá que tu vida mejore… aunque la mía se desmorone.

Deseo, de corazón, que tus hijos sean felices,
que nunca sufran el dolor que tú sufriste.
Que seas, con el hombre que elegiste como esposo,
la misma mujer que fuiste conmigo:
noble, amorosa, entregada.
Ojalá tu casa sea esa que me prometiste,
con la cerámica café, como una vez soñamos.

Ojalá no vuelvas a sufrir.
Pero si algún día lo haces,
espero que esté a tu lado quien tanto te costó elegir.
Que nada vuelva a herirte,
y que cada decisión que tomaste
te arranque sonrisas en lugar de lágrimas.
Ojalá… algún día pueda volver a verte sonreír.

Y sin embargo… ojalá nunca volvamos a cruzarnos.
No quiero ver tus ojos tristes,
ni tu cabeza agachada,
porque así fue como yo te dejé.
No quiero hacerte más daño.
Ojalá no te encuentre nunca más.

Cuando yo muera,
ojalá no me convierta en aire,
para no rozar tu piel con la suciedad que siento en mí.
Ni en árbol,
para que ni una sola de mis hojas caiga sobre ti
y te obligue a recordarme.
No quiero eso.
Quiero que me olvides.

Ojalá nunca vuelva a llover,
porque no podría soportar verte feliz frente a mí.
Y si llega mi último día,
ojalá todos me olviden,
y tú, más que nadie,
borres por completo lo que fui.
Ni en canciones quiero tocarte.
Ni en palabras quiero buscarte.
Porque ya no quiero seguir atormentándote.

Deseo, desde lo más profundo de mí,
que quien elegiste para amarte
te ame con fuerza, con ternura, sin traición.
Que el día de tu boda sonrías con el alma,
y que todos tus sueños se cumplan.
Ojalá envejezcas en paz y rodeada de amor,
y que nunca más me recuerdes.
Ojalá que tus nietos te amen
como tú me amaste a mí… cuando aún me tenías.

Ojalá nunca vuelvas a llamarme.
Y ojalá yo… ya no pueda recordarte.
Ojalá mi vida deje de ser condena.
Que mi alma encuentre por fin su libertad.
Ojalá las cadenas se rompan,
los mares se calmen,
y mi tormento comience a irse… para no volver.

Te lo pido con la poca esperanza que me queda:
déjame ya de pensarte.
No quiero soñarte.
No quiero recordarte.
Sólo quiero olvidarte.
También quiero olvidar a la mala persona que fui.
Ojalá no vuelva a encontrarte nunca más.
Ojalá deje de desangrarme por esta culpa.
Ojalá nunca te vuelva a recordar.
Y más que nada…
ojalá que ahora tú también empieces a olvidarme.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.