Querida sombra.

Querida sombra, hoy vengo a decirte que te acepto.
Te acepto aun sabiendo que me hiciste errar muchas veces. Sé que cumpliste tu función como la sombra de mi persona. Hoy te reconozco como parte de mí.

Hoy sé que existes, y que en el pasado estuviste más presente que yo mismo. Sé que me hiciste llorar, que me hiciste sentir insuficiente. Sé que me deprimiste a un nivel que ni yo imaginaba. Proyectaste mis errores en los demás, y no me dejabas aceptar que el rencor y la ira eran parte de mí.

Pero hoy te pido perdón. Perdón porque no solo fuiste tú quien erró al ser mi sombra, sino que yo también te di permiso de hacerme creer que era perfecto y que nunca me equivocaba. Sí, causaste conflictos dentro de mí, pero hoy te perdono, porque gracias a eso soy quien soy ahora. Hoy soy mejor que lo que fui en el pasado, y todo gracias a la función que cumpliste.

Mi querida sombra, hoy te acepto como parte de mí. Hoy acepto que camines a mi lado y que me guíes en aquello que aún no entiendo. Te agradezco por sacar lo mejor de mí.

Creaste tres alter egos en mi interior, y por ellos agradezco, porque me hicieron fuerte, porque ayudaron a formar a la persona que soy hoy. Fueron etapas de evolución, como las de un halcón, y ahora agradezco que hayan pasado. Si no hubiese estado enojado, no sabría cómo manejar la ira. Si no hubiese estado triste, no comprendería que a veces es necesario llorar. Y si no hubiera tenido constancia, jamás llegaría a nada.

No soy el mejor en todo, pero cuando pongo el corazón, puedo romper cualquier límite.

Querida sombra, te agradezco por darme momentos de extrema locura y también instantes de cordura, aunque fueran solo para escucharme o hacerme hablar. Te agradezco por hacerme sentir tantas cosas, por hacerme llorar y también reír. Te agradezco por hacerme confiar en mí mismo, y también por enseñarme a desconfiar de otros. Gracias por mostrarme que no solo existían las máscaras de tristeza y felicidad.

De verdad estoy agradecido, porque gracias a ti soy la persona que hoy en día soy.
Hoy te doy las gracias, querida sombra… pero también te dejo descansar.
Porque a partir de ahora me toca ser yo mismo, y seguir viviendo como quien realmente soy.