Memorias de antaño #2.

13/11/2025.
Un gran año con altibajos, quizá uno de los mejores de mi vida.
Disfruté cada momento vivido, disfruté cada segundo a tu lado.

Pero, ¿sabes qué pasa?
Que esta noche recordé esos años anteriores en los que la pasé mal, donde mi único refugio fue escuchar música y hacer videos con una calidad terrorífica.
Mis memorias de antaño son una novela de terror: entre más avanzas hacia sus inicios, mientras más retrocedes a donde todo empezó, te das cuenta de que es completamente oscuro, tan oscuro que si eres débil o sensible terminas llorando… o terminas odiando al protagonista de esa novela.

Los recuerdos se enredan como nudos en las ruinas de las montañas: siempre hay un recuerdo feliz, pero detrás de ese mismo recuerdo existe un trasfondo triste.
Como aquella Navidad en la que te enamoraste, y justo antes de cumplir un año con esa persona decidiste no seguir.
Y después, con lágrimas en los ojos, la viste salir y disfrutar con otro.

O aquellas ocasiones donde creías que hundirte en el vicio era la solución.
O cuando te sentías feliz bailando en una fiesta, perdido entre el humo del cigarro y el alcohol.
O cuando pensaste que estar con muchas mujeres sanaría tu alma.
O cuando le mentiste a tu mamá diciéndole que estabas bien.
O cuando les dijiste a tus supuestos amigos que estabas mal y solo se rieron.

Pensándolo bien, no eran recuerdos felices: eran momentos de placer momentáneo que confundías con felicidad.
Años de terror, de absoluta desgracia, de rogar por un poco de amor y empatía.
Frustraciones constantes por el qué dirán, por no saber qué responder a preguntas absurdas hechas por gente que no comprende tu vida… porque ni siquiera comprenden la suya.

Memorias de antaño con falsos momentos felices, con amigos que nunca fueron amigos, con familia que no actuó como familia.
Una realidad solitaria disfrazada de felicidad, entre placeres fugaces y vicios al alcance de la mano.
Falsos amores, muchas mentiras.
Memorias antiguas con recuerdos distorsionados y malos ratos demasiado bien recordados.

2025, te amo por hacer de este año lo mejor de mi vida:
con momentos de felicidad real,
con placeres que duran para siempre,
con un alma sanada
y un corazón sin cicatrices, listo para amar a quien me ama.

Y cuando este año pase, quiero que sea un recuerdo de antaño…
pero un recuerdo de los buenos,
no de los malos.