Memorias de la soledad

Carta del dueño de este escrito

Como una luciérnaga en el inmenso valle oscuro, no estaba seguro, pero me sentía como en casa, me daba protección y yo pagaba con mi inútil compañía, nos servíamos el uno al otro... No te lo dije, a nadie le digo nunca nada, me duele ser así... Pero entiéndame, ¿Cómo quiere que un león de zoológico ladre si lo único que sabe es rugir y cuando lo hace lo callan?, tal vez algún día pueda, tanto usted como yo, ansió ese día, pero por el momento sólo puedo ahogarme en mis pensamientos, ¿le digo algo?, graciosamente a mi me hace daño pensar que estoy bien... Pues vea que cuando eso pasa se me esfuma la alegría y me entra un pánico, un gigantesco pánico de que va a pasar algo terrible para que se equilibre mi vida, siempre dicen que son cosas de la juventud, y si, estoy de acuerdo con ello pero ¿no creen que a pesar de que sea de la juventud no va a herir? ¿Qué no va a perjudicar?, vea que a mi si me perjudica, ves que yo quiero gritar y ese miedo que me inculcaron me ha dejado mudo.

Suyo, el dueño de este escrito.

 



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En el texto hay: poesia

Editado: 30.12.2020

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