Is not about love...

Como una historia, en la duda del rol que ocupa, y en su ceguez de vivir por el hecho y no por el consciente cayó en el pecado.

Un pecado que no es palpable al ojo, no lo escucha cual boca, no lo dicen los oídos, es un total desorden de ideas donde la apatía protagoniza.

Avivando su llama, y prestando atención a cualquier detalle, cualquier mirar, cualquier alma que sienta su calidez y permita al fuego derretir el ser que dejará cenizas de sonrisas arrepentidas.

No es cuando caen las luces de su aposento dando paso al vacío que brinda la infinitud, perdiendo todo rastro de color y soltando las conjeturas en hechos.

Y es allí el clímax del suceso; el interrogativo de su accionar, el por que escucha aquellas voces, y que sin querer lo desea.

La respuesta da un lamento, lágrimas internas y gritos inexistentes en un escondite ya antes visto.

En la analogía de la mitología del gran Olimpo Afrodita se veía derrotada por el desgarro de sus poderes; no deseaba conseguir de nuevo a su amado, el no era su amado, ella anhelaba volver a ser Afrodita.

Entonces no confunda las heridas con cicatrices que no posee, no está pataleando por aquel juguete, lamenta su deseo de ser el rey del patio y que quizá por aquello se pierde todo el recreo antes de la siesta.



 

P.d Afrodita escribió en un papel a uno de sus amados, lamentando el momento en que sus ojos no se movían de aquel espejo de oro y esmeraldas, lamenta no saber usar sus labios para entender el significado de las pesadillas compartidas en aquella cama.