Pilas de cadáveres se amontonaban a mi alrededor en aquella sala blanca. El hedor que desprendían, junto al estado de mutilación en el que se encontraban algunos, me daban una idea del destino que me esperaría aquí. Desde que nací he sido víctima de una extraña enfermedad, y cuando alguien le prometió a mis padres una cura a cambio de quedarme en la clínica no lo dudaron. No obstante el doctor que está a mi cargo siempre me ha dado miedo y me hace cosas que no me está permitido contar. Ahora que he hallado la sala donde esconde a aquellos que no sobrevivieron a sus experimentos tengo claro que no puedo seguir aquí. Retrocedí, muerta de miedo, para salir de la sala, cuando escuché una voz a mis espaldas.
—Has sido una niña mala —dijo el doctor.
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Editado: 18.11.2024