Memorias de Ravenhill

7.- El defensor II

La llegada de año nuevo me trae recuerdos amargos. Cuando llega me toca trabajar el doble porque las luces y los fuegos artificiales atraen a seres espantosos. Me ocupo de asesinarlos para proteger a las personas del pueblo que ignoran la realidad. Ensarto mi lanza sobre sus cuerpos una y otra vez, las balas de mi pistola se incrustan en sus cráneos y mi agua bendita los quema. Yo solo soy capaz de llenar los campos y los mares con su sangre y cenizas. Cada vez que lo hago siento que cierta corrupción me invade, y así lo hará hasta el día en que la locura me consuma.

Sin embargo, hubo una vez no pude derrotar al mal. Fue hace muchos años. La celebración de las fiestas fue tan espectacular que atrajo a un ser tan grande y terrorífico, el cual casi lo destruyó todo en un instante. Ese fue el origen de unos horrores que aún me persiguen en sueños. ¿Cómo iba a vencer a una bestia gigante surgida de las profundidades del océano?




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