Me cuesta escribir, pero la maestra me pidió que expresara mis pensamientos. Toda la vida he estado solo, rodeado por la naturaleza. Me crié con los lobos del bosque. Nunca conocí el rostro de mis padres ni el motivo por el que me abandonaron; aún así siempre me planteé cómo sería vivir en el pueblo como los demás. Hace unos años mi manada me rechazó. Algo que desconozco les hipnotizó e intentaron devorarme, por eso me vi obligado a huir. Aunque por un momento temí que la sociedad me rechazara, conocí a la maestra que tantas cosas me ha enseñado. Ahora vivo aquí, como uno de ellos, aunque creo que nunca me acostumbraré a ser un humano normal.
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Editado: 18.11.2024