Memorias de Ravenhill

20.- El niño salvaje II

¿Recuerdas que dije que creía adaptarme a la sociedad? Mentí. Nunca me sentiré humano del todo, y en el fondo preferiría ser un lobo para volver con ellos al bosque. No sé qué les pasó, pero ellos me criaron y son mi familia, si tan solo no tuviera este cuerpo humano me volverían a aceptar, estoy seguro. Creo que mi maestra debió darse cuenta, por eso me llevó al bosque una noche. Hizo gestos extraños, pronunció unas palabras y mi cuerpo empezó a cambiar. Me dolía tanto que pensé que iba a morir, pero cuando miré mis manos con forma de garras y mi reflejo en el arroyo del claro me di cuenta. La maestra había cumplido mi deseo, tenía aspecto de lobo. Quise agradecérselo, pero mi voz solo fue capaz de emitir aullidos. Entonces todo empeoró. Ella se fue y me volví loco. Corrí por el bosque con una sed de sangre que crecía por momentos en mi interior, hasta que di con dos personas. Ataqué al más débil hasta el punto de que casi le desangro, y entonces el más fuerte me atacó a mí. Le reconocí: era el famoso defensor, el que protege nuestro pueblo de las cosas malas. Me dio tanto miedo que huí de él, pero tampoco quise volver con la maestra. Quería aprovechar mi nueva forma para reunirme de nuevo con los míos.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.