Memorias de una Falacia

Memoria seis

Actores de películas.

Somos cómo pingüinos,
caminando sin rumbo,
a un lugar perdido.
Nuestras almas sólo siguen
la corriente,
hacia aquél frente,
vacío e inexistente.

Estamos desechos por dentro,
buscando una esperanza muerta,
adentrandonos al mismo infierno,
que vive junto a nuestra puerta.

Somos crueles y despiadados,
marcados por un profundo pasado,
haciendo daño en nuestro camino,
dando la entrada del frío calado.

Fingimos ser felices,
como actores de películas,
pero sólo somos flores secas,
que nuestras vistas se nublaron,
a causa de la negra hacienda. 

Muchas salidas.

La solución nunca es aferrarse a lo que nos daña.

Valor mayor que el dolor.

Solo hay que ser fuerte para demostrar que somos mejor que quienes nos hacen daño.

Al fin y al cabo...

Al final lo único que de verdad te destruye es lo que tú mismo piensas de ti.

Hombre de verdad.

Un verdadero hombre no es aquel que deja tan dañada a una mujer que se quede sin ganas de volver a enamorarse, sino aquel que le demuestre que a pesar de que las cosas no funcionaron, hay otro ser por ahí mendigando su amor.

Una mente brillante.

Tener buen cuerpo no te hace más interesante que nadie, tener una mente diferente, eso sí te hace interesante.




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