Memorias de una Falacia

Memoria dieciocho

El hombre de las penumbras.

Eres inestable como el mar,
naufragas en el desván,
buscas un poco de felicidad,
y la puedes encontrar justo en el lugar que no quieres buscar.

Nunca supe si sabías amar,
sólo que tienes excelente capacidad para dañar,
tus labios saben engañar,
tus palabras hipnotizar.

Finges ser perfecto
pero siempre supe que llevabas un infierno por dentro,
no eres de nadie,
sólo del viento,
aunque eres capaz de entregar tu amor un momento,
pero sé que cuando te miras en el espejo,
no reconoces lo que estás viendo.




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