Memorias Fragmentadas

El muro de la amnesia

Cuando el sol se oculta Lora puede regresar a su pequeña cabaña, el día de hoy había sido particularmente extenso, con docenas de soldados heridos y un Nexus suelto la indicación era no salir de casa y suspender todas las actividades mientras la situación no se regulará, por supuesto Lora debía seguir trabajando, sus habilidades eran imprescindibles para el óptimo funcionamiento de la ciudad y la seguridad de los ciudadanos, esto no era problema para ella hasta ahora todo lo que hacia era en favor de los demás y se sentía bien con eso.

Solo con la compañía de su farol Lora logra llegar a casa, la puerta está abierta y con mucha cautela decide entrar de todas formas, adentro los pocos objetos que tenia estaban todos revueltos y en lo que podría decirse era su cocina la comida ya no estaba, en su lugar había cascaras de frutas y migas de pan tiradas por el piso, justo en una esquina el joven soldado aun yacía en el piso inconsciente. Lora toma el arma que el muchacho había tirado justo a su lado y golpeándole el pie intenta despertarlo mientras lo apunta. Jonathan abre los ojos, pero aun así le costaba mucho enfocar la visión todavía no se recomponía del golpe en la cabeza.

-¿Eres el que están buscando? -pregunta Lora.

-Creo que… -Jonathan intenta unir las palabras- creo que deberías bajar el arma, podrías lastimar a alguien.

-Esa es la idea -responde ella- ¿Cómo lograste entrar?

-En serio deberías bajar el arma -dice el ya levantado- podrías golpearte.

-Se como funcionan las armas -responde ella quitándole el seguro.

Jonathan la observa y en una maniobra muy rápida se aproxima a ella quitándole el arma y girándola la presiona con fuerza hacia su cuerpo, ahora la espalda de la joven esta pegada al musculoso torso de Jonathan mientras el la afirma justo por debajo de los pechos y con la otra mano sostiene el arma.

-Sabes cómo funciona, pero nunca has usado una -dice el en el oído de la joven.

Por un momento Lora olvida todos los posibles peligros de tener a un extraño en su hogar y solo goza la compañía de otra persona, el cálido momento solo dura 15 segundos.

-Déjame -dice empujando el brazo de Jon.

-Disculpa -responde- no fue mi intención incomodarte. Hace mucho tiempo que quería conocerte… eres aún más hermosa en persona.

-¿Qué? -pregunta la joven confundida- ¿Cómo me conoces?... Sabes no importa, todo el mundo está buscándote un Nexus anda suelto por tu culpa.

-Pero no había entrado -dice jon desconfiado- solo llego hasta el cerco, los soldados lo arremetieron con todo lo que tenían, es casi imposible que pudiera entrar.

-Pues el “casi” debería decirte algo -dice ella sarcástica.

-Eres más bella en persona y más desagradable también -dice el como si su boca soltara lo que tiene en su mente.

-Ni siquiera se quien eres -responde Lora- que se supone que debo hacer. Entras a mi casa, te comes toda mi comida y eres la persona mas buscada del planeta. Disculpa ¿quieres que te sirva un té también?

-Puedo explicarte todo lo que está sucediendo, pero debes abrir tu mente -advierte el- te mostrare algo que puede parecer muy extraño, pero es algo normal de donde provengo.

Jonathan se sienta sobre la pila de paja y extiende su mano hacia la chica pidiéndole que se una a él. Lora no recibe su mano, pero aun así acepta su invitación a sentarse a su lado.

 -Mi nombre es Jonathan, soy soldado… bueno lo era -dice el- estoy aquí por mi hermano, es un niño de 12 años personas muy malas lo enviaron aquí y vengo a buscarlo.

-Nadie lo envió aquí -dice ella- el llego solo como todos los Errantes.

-¿Lo conoces? -pregunta desesperado.

-Si, lo vi por la mañana -dice ella apenada- bueno recibimos a un chico de unos 12 años, pero como todos los que aparecen por ese cerco solo hablaba incoherencias, no sabia quien era, no tiene familia y no se sabe nada de él. Es por eso que se concluyo que era un Errante.

Todo ser humano que cruzaba el cerco desde Dominio a Eternum lo clasificaban como un Errante. Los ciudadanos de Eternum no conocen el verdadero origen de estas personas, ellos solo saben que son personas perdidas y desorientadas dentro del bosque probablemente sobrevivientes de otros lugares del planeta, pero la realidad es que son personas desterradas de Demonio a las que se les borra la memoria y son llevadas por soldados hasta Eternum donde deben servir a la comunidad.

-El no es un Errante -dice Jon tomando las manos de la chica- no existen los Errantes ellos son solo personas enviadas aquí para trabajar.

-¿De que hablas? -dice ella confundida.

Jonathan presiona el botón de su pulsera y esta automáticamente comienza a hablar.

“Buenas noches Jon, tus signos vitales son estables y tu nivel de hidratación ha sido estabilizado”

-¿Qué es eso? -pregunta ella asustada.

-Con este aparato pude llegar hasta aquí, veras yo provengo del otro lado de la cerca de un lugar llamado Dominio -explica el.

Apretando un botón el muchacho despliega una imagen donde se muestra las divisiones del planeta, Lora confundida intenta tocar el holograma frente a ellos intentando comprender como es posible ese tipo de tecnología, para ella parecía magia.




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