Andrea estaba sin palabras ante la confesión de Nora.
—Yo tenía esa Joya Azul en mi poder… Ayer me atacaron y… esos individuos tenían poderes mágicos. Ellos querían que les diera mi joya.
—Si no te conociera, diría que estás loca —dijo Andrea, saliendo de la sorpresa—. Sé que somos casi hermanas porque nuestros papás son los mejores amigos, pero si fueras otra persona, definitivamente te ignoraría.
—Había guardado este secreto porque mi papá me lo pidió, sabía que contigo no se podía hablar de esto.
—Entonces… si tu padre te dio esa joya, ¿quiere decir que tu madre fue la creadora?
—¿Tú crees? —Nora no estaba segura de esto.
—Claro que sí. Es lo más lógico. Fue hace 17 años, nosotras tenemos 15, haz cuentas. Antes de que naciéramos esa joya fue creada y, bueno, puede que tu madre lo haya hecho.
En otro lugar, en la casa de Hansey, la chica llegó y saludó a su mamá.
—¿Cómo te fue hoy en la escuela? —preguntó Emilly.
—Muy bien. Aunque solo he hecho 3 amigos.
—¿3 amigos? Pero tú deberías ser famosa en la escuela, tu padre es el mejor cantante de Foreverfree City.
—Ya saben que soy su hija y eso no les importa. Parece que hay otra chica de la que todos hablan. Es como si fuera la diva de la escuela o algo así.
—Vaya, ¿Quién podría ser tan famosa a tu edad?
—No es de mi edad, va en tercero, es 2 años mayor.
Emilly se quedó pensando, su apariencia no había cambiado mucho, seguía conservando el cabello corto. Ya no tenía las puntas levantadas como cuando era joven, pero seguía luciendo bien con el cabello peinado hacia abajo. Hansey quería contarle lo que le había sucedido con la Joya Azul, pero no se atrevía. «¿Y si piensa que estoy loca?»
Nora llegó a su casa. Sus padres tenían problemas y en estos momentos estaban separados. Solo encontró a Amanda.
—Mamá… ¿puedo hacerte una pregunta?
Amanda miró a su hija.
—Si es sobre tu padre, no va a regresar en un tiempo.
—Es sobre otra cosa. ¿Es verdad que existen los poderes mágicos? —primero hizo esta pregunta para ver la reacción de su mamá.
—Nora, no tengo humor para eso. Si Andrea te contó cosas sobre las historias de su abuela, no me importan.
La mujer se encerró en su habitación.
—No creo que haya sido ella… —dijo en voz baja, desilusionada.
Triste, fue a su habitación y reflexionó. Zack, su padre, era muy irresponsable y tenía muchos problemas con Amanda. No era la primera vez que se iba de la casa.
«Tal vez haya sido otra mujer que anduvo con papá.» Pensó.
En las clases, después de pasar la noche pensando en quien pudo haber creado la Joya Azul, Nora estaba con Andrea en la fila de la cafetería.
—¿Otra mujer que no es tu mamá? —la chica estaba sorprendida.
—Sí, porque la joya me la dio mi papá y en la historia dice que fue creada por una mujer que obtuvo poderes mágicos. Mi mamá no demostró ninguna reacción cuando le pregunté sobre eso.
—Mm… puede ser.
En ese momento, Hansey pasó cerca, junto con sus amigos.
—Con permiso, hermanita —dijo Erick al hacer a Andrea a un lado—. Vamos a pasar.
—¡No me toques! —se quejó.
Nora inmediatamente reconoció a Hansey, fue fácil porque esa noche llevaba el uniforme de la escuela. «¡Es ella! ¡La que se quedó con mi Joya Azul!» Pensó, porque no podía decir nada frente a los demás.
—¿Es tu hermana? —preguntó Hansey a Erick.
—Sí, ¿Por qué?
—Te respondió muy mal —notó ella.
—¿No sabes que ella es la diva de la escuela? —preguntó Johnny— Andrea es la chica más bonita.
—Y no solo eso, es la más inteligente. Tiene el mejor promedio y es de las favoritas para irse al extranjero —agregó Mike.
—No es bonita. Es más bonita su amiga, la del cabello largo y rubio —dijo ella.
—No te pongas celosa, Hansey —comentó Erick.
—Me parece muy exagerado que la tengan en ese concepto.
—A mí me tienen en el concepto del más guapo del primer grado en estos momentos —alardeó Erick, mientras se ajustaba sus lentes—. No importa que no use lentes de contacto como lo hace Andrea, yo puedo ser atractivo si luzco intelectual.
—Sí, aunque en realidad él no es tan listo —dijo Johnny a Hansey.
«Yo debería ser la chica famosa, Johann Loo es mi papá.» Pensó, molestándose un poco.
—Esa chica de primer grado se quedó con mi Joya Azul.
—¿Qué? —Andrea no lo podía creer— ¿Por qué estás segura de eso?
—Porque la noche en que esos tipos me atacaron, dejé caer la joya y rodó hacia donde estaba ella. La usó, se transformó y todo…
—¿Se transformó? ¿Estás segura de que no viste un anime esa noche?